Principios esenciales del coaching - coaching negocio

Los valores, en un sentido conceptual, se relacionan con la moral y la ética; son elementos fundamentales que guían nuestro comportamiento y nuestra interacción con los demás. El coaching, al igual que cualquier profesión, se basa en una serie de valores que son pilares en la práctica profesional del coach. Estos valores son cruciales, ya que establecen los límites entre lo que es social y moralmente aceptable al llevar a cabo diversas acciones.

En esta guía, analizaremos tres de los valores más importantes que deben estar presentes en la práctica del coaching.

Empatía

La empatía es la capacidad de ponernos en el lugar de los demás para comprender sus experiencias desde su propia perspectiva. Cuando somos empáticos, no solo compartimos la visión del cliente, sino que también sentimos sus emociones y comprendemos los problemas que enfrenta.

La empatía es esencial en el trabajo del coach, ya que nos permite identificarnos con los problemas del cliente y desarrollar valores humanos significativos que mejoran nuestra relación profesional. Todo coach debe entender que su labor va más allá de dar recomendaciones; se trata de satisfacer las necesidades más urgentes del cliente. Solo al experimentar lo que siente nuestro cliente, podemos entender lo que realmente atenderá sus necesidades y lo que no.

Responsabilidad

La responsabilidad es uno de los valores más cruciales para cualquier profesional que respete su trabajo. Ser responsable implica involucrarnos sinceramente en la solución de los problemas de nuestros clientes. Un coach debe actuar como un colaborador comprometido, incluso cuando el trabajo formal se limite a las sesiones de consulta. La responsabilidad por nuestras acciones y las recomendaciones que hacemos debe impulsarnos a garantizar la efectividad de nuestro trabajo y a alcanzar resultados que satisfagan las necesidades de nuestros clientes.

Es importante reconocer que no siempre somos capaces de manejar todas las situaciones; así, aprendemos a distinguir entre los problemas que podemos abordar con eficacia y aquellos que están fuera de nuestra competencia. Respetando nuestro trabajo y siendo coherentes, debemos hacer de la responsabilidad un distintivo que nos separe de la competencia y que sea reconocido por nuestros clientes.

Deseos de superación

Un coach necesita tener ambición para mejorar constantemente sus habilidades profesionales. Muchas de las habilidades que diferencian a un buen coach de otro no se limitan al conocimiento en su campo específico. Crear y gestionar un negocio de coaching requiere una amplia gama de conocimientos en áreas como marketing, comunicación, psicología y finanzas, entre otros.

El cliente que se presenta ante nosotros no solo trae problemas relacionados con un área específica; a menudo, requiere un enfoque multidisciplinario. Por ello, el coach debe estar en un aprendizaje continuo, tanto a través de la experiencia como del conocimiento teórico y de las habilidades adquiridas por otros profesionales.

A medida que el coach amplía su formación, sus recomendaciones serán más efectivas y su campo de trabajo se ampliará. Los deseos de superación deben estar motivados por la necesidad constante de adquirir nuevos conocimientos y mejorar nuestras competencias para ser más productivos y eficientes en nuestra labor.