Condiciones para el estudio

Estudiar es una actividad que exige un fuerte desgaste de energía, nos sometemos a un proceso en el que buscamos adquirir nuevos conocimientos o habilidades, por ende nuestro cerebro debe trabajar a sobreesfuerzo, porque no se está enfrentando a una actividad mecánica o rutinaria, sino que debe estar receptivo para facilitar la aprehensión de esos conocimientos.

Dicho esto, hay algunas cosas que podemos hacer para que el proceso de aprendizaje sea menos hostil. Nos referimos a trabajar en las condiciones de estudio. Independientemente de cuál sea tu caso, de cuánto espacio tengas en casa, de si hay mucho ruido o no, siempre podrás mejorar muchos aspectos que te permitirán acondicionar de forma más placentera tu espacio de estudio.

Sobre este tema hablaremos a continuación, donde abordaremos de forma general algunos aspectos que debes tener en cuenta a la hora de crear y acondicionar tu espacio de estudio.

Organiza tu escritorio

Da igual el tamaño de la mesa en la que realices tus deberes, asegúrate de que solo tienes en ella lo imprescindible para realizar tus tareas. Contar con muchos elementos innecesarios da la sensación de que tienes más carga de la que realmente posees, un escritorio ordenado, sencillo y con pocos elementos otorga la sensación de calma, alivia el estrés y aporta control y dominio sobre el espacio.

No acostumbres a dejar tus libros o apuntes desordenados sobre la mesa una vez finalices tus estudios, si no vas a volver a usarlos es mejor que los guardes. De esta forma la impresión que te llevarás a la hora de reanudar con tus deberes será mejor que si tienes que comenzar con recoger, limpiar o entender qué es cada uno de los elementos que dejaste sobre la mesa. Es un mecanismo sencillo para ahorrar tiempo que no te afectará si lo practicas a diario.

Cuenta con buena iluminación

A veces, cuando estudiamos desde el ordenador, descuidamos la iluminación que posee la habitación. Esto es un error muy común, que a largo plazo afecta de forma significativa nuestra vista, desgastándola y provocando trastornos severos. Los problemas también se harán notar en el corto período de tiempo, nuestro rendimiento bajará considerablemente al cansarnos con mayor facilidad, podemos experimentar dolores de cabeza, malestares y mareos por los contrastes tan fuertes de luz entre el medio en el que estamos y la que emana del ordenador.

Si vas a escribir sobre papel, una lámpara sobre el escritorio puede ser una buena idea, de forma tal que refleje la luz sobre lo que estamos escribiendo y tengamos que forzar menos la vista, además de que puede ayudarnos a prevenir errores innecesarios. De más está decir, que estudiar a oscuras es una práctica muy contraindicada, así que si eres de los que disfrutas estudiando de noche asegúrate de contar con la luz suficiente.

Reúne todo lo que necesitas

Antes de empezar un trabajo asegúrate de que cuentas con todo lo que necesitas. Esto aplica tanto a un libro como a una tijera, el caso es que evites las distracciones, el tener que detenerte a buscar algo que necesitas y tengas que sacrificar parte de tu tiempo en esto. Es común que al realizar una parada forzosa perdamos por completo la concentración o el ritmo, así como también nos veremos más tentados a caer en distracciones por el camino. Si te es posible, puede que quieras tener agua o algún refresco al alcance, todo lo que pueda reducir las posibilidades de verte en la obligación de levantarte de tu asiento antes de culminar tus deberes.

Recuerda que tu espacio de estudio debe ser un campo amigable, no hostil. Es un lugar que debes dominar y adaptar a tus necesidades con el fin de aumentar tu eficiencia y rendimiento en el estudio.

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