El cuidado personal

Existe una popular frase que dice: “Tu cuerpo es tu templo”. Esta frase alude a la importancia de respetarnos, cuidarnos y aprender a amarnos. El cuidado personal es muy subvalorado, sobre todo en las personas que tienen un ritmo de vida agitado. A veces creemos que es una práctica egoísta el hecho de que pensemos en nosotros, en nuestros intereses o en nuestras necesidades. Si no somos capaces de querernos y complacernos es poco probable que alguien lo haga por nosotros. Aprender a cuidarse de forma consciente, interpretando las señales, requerimientos y demandas de nuestro organismo, es una actitud que requiere de la práctica diaria y del fomento de un hábito sostenible y perdurable en el tiempo.

Durante el desarrollo de la presente guía, estaremos abordando con mayor profundidad algunos de los elementos más importantes que giran en torno a este tema. De esta forma, aprenderemos a darle la importancia que requiere al cuidado personal para nuestra estabilidad emocional y nuestro bienestar general.

Atiende a tus necesidades espirituales

No somos máquinas programadas para actuar de forma automática, tenemos necesidades espirituales que deben ser satisfechas para compensar las grandes cargas de trabajo y de estrés a las que nos sometemos continuamente. Atender a nuestras necesidades espirituales, significa estar conscientes de aquellos elementos que están afectándonos emocionalmente y que hacen de nosotros una versión distinta a la persona que deseamos construir. Todo lo que hacemos no tiene por qué tener un impacto visible o medible en resultados. Hay cosas que las hacemos porque las necesitamos, porque nos llenan espiritualmente hablando, estas acciones parten desde la satisfacción personal.

Ya sea que tienes deseos de escuchar música, pintar, salir a bailar, divertirte un poco o mirar a las estrellas, no se tratan de hechos banales, sino de necesidades que se encuentran presentes. Es la forma que tu cerebro tiene de alertarte de que necesita un descanso para recuperarse.

Satisface tus gustos personales

Es mucho más sencillo realizar un regalo para alguien que nos importa que regalarnos algo a nosotros mismos. Solemos ser egoístas con nuestra propia persona, nos negamos la satisfacción de nuestros gustos personales y creemos que gastar dinero en nosotros es una práctica reprochable. Lo cierto, es que de vez en cuando también debemos complacernos en la medida de los posible. Destinar parte de tus ingresos a cubrir algunos de tus caprichos personales es una forma de demostrar que también dedicas atención a tu cuidado y que te importa tu bienestar general.

No te sientas mal por complacerte, si tú no te sientes bien tampoco podrás ayudar a aquellos que te rodean. Cuidar de tu salud mental es una responsabilidad que tienes contigo mismo.

Cuida tu salud

La sal