Transcripción Entrenamiento de fuerza
Los ejercicios físicos son muy recomendados a cualquier edad. Estos ofrecen muchisimos beneficios para nuestro organismo y nos ayudan a fortalecer el cuerpo para combatir y prevenir la aparición de disimiles enfermedades que pueden atentar contra nuestra calidad de vida.
Si bien, son los ejercicios cardiovasculares o aeróbicos son los que más gozan de popularidad, existen otro tipo de ejercicios que por sus características son altamente recomendados para nuestras rutinas diarias durante la vejez.
Contrario a las creencias populares, los ejercicios de fuerza pueden ser practicados a cualquier edad. El hecho de estar transitando por la vejez no es un motivo para no poder cargar peso de forma adecuada y con supervisión de un entrenador. Las rutinas de fuerza son adaptables a toda edad o condición física. Teniendo esto en cuenta, durante el desarrollo de la presente guía, estaremos abordando algunos de los elementos más importantes que giran en torno a los ejercicios de fuerza y su impacto positivo en nuestro organismo durante la vejez.
¿En qué consisten los ejercicios de fuerza?
Los ejercicios de fuerza, contrario a los ejercicios cardiovasculares, se centran más en la intensidad que en la duración. No se demanda de una gran cantidad de tiempo, basta con realizar unas cortas sesiones que lleven al cuerpo a su punto máximo. Los ejercicios de fuerza, por lo regular, se realizan mediante la carga repetitiva de peso.
Estas repeticiones de cargas de peso trabajan en nuestro sistema muscular, haciendo que las fibras de los músculos se quiebren y sean reemplazadas por otras de mayor dureza. De esta forma se logra elevar el volumen de nuestra musculatura, mientras que la grasa, el azúcar y otras sustancias son consumidas para dar lugar el crecimiento del músculo.
¿Cómo iniciar en los ejercicios de fuerza?
Los ejercicios de fuerza son mucho más complejos que los ejercicios cardiovasculares. Su peligrosidad ante la mala ejecución también aumenta de forma proporcional. Cuando realizamos cargas de peso podemos exponernos a sufrir lesiones en los músculos, articulaciones y huesos. No es recomendable enfrentar por vez primera las rutinas de fuerza si no se cuenta con asesoria especializada. Un entrenador físico es el personal competente para atender tus necesidades y elaborar un plan adecuado a tu propósito y particularidades fisicas.
Son muchos los tipos de ejercicios de fuerza que existen, estos se centran en el trabajo de los distintos grupos musculares. Un buen plan de entrenamiento estará organizado bajo la rotación de trabajo de los distintos grupos musculares, de esta forma cada músculo tendrá su tiempo de descanso para recomponerse debidamente. Acude a un entrenador y este se encargará de elaborar el plan que más te sea conveniente.
Beneficios de los ejercicios con fuerza
Son muchisimos los beneficios que ofrecen los ejercicios de fuerza para las personas de la tercera edad. Por solo citar algunos, tenemos en primer lugar, el fortalecimiento de nuestro sistema muscular. Al fortalecer nuestros músculos notaremos un gran beneficio en nuestra estructura ósea, la cual se verá impactada ante la nueva musculatura que sirve de defensa ante el impacto de golpes y contribuye al sostén del organismo.
El crecimiento de nuestra musculatura también provocará que se consuma mayor grasa durante el entrenamiento. Ya que la grasa es uno de los compuestos necesarios para el crecimiento del músculo. Hacer ejercicios mejora la apariencia física y consecuentemente eleva nuestra autoestima. La piel se verá menos flácida, ganaremos más fuerza, pudiendo ser aprovechada para nuestras tareas diarias.
Al trabajar la musculatura de las piernas nuestras funciones motoras se verán beneficiadas. Caminaremos largas distancias con menos dolor y nuestra resistencia mejorará de forma significativa. Hacer ejercicios de fuerza es sin lugar a dudas uno de los mecanismos más eficientes para mantenernos saludables durante la vejez.
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