¿Cómo impacta el dinero en el bienestar?

El ser humano tiene una relación compleja con el dinero, mientras que muchos son educados bajo la concepción de que las personas ricas suelen ser insensibles o malas personas, otros creen que hasta que logren alcanzar el éxito financiero no podrán llevar una vida feliz y placentera. Lo cierto, es que el dinero debe ser visto como lo que es, un medio de intercambio. El dinero en si no es lo que trae felicidad, sino aquellas cosas que podemos lograr a través de él. Sin lugar a dudas, el dinero juega a favor de nuestro bienestar general. El bienestar, es un todo conformado por aristas que resaltan nuestras necesidades emocionales, fisicas, espirituales, sociales, entre otras.

El dinero nos brinda una herramienta que puede ser empleada en la satisfacción de estas necesidades. Mientras más satisfacemos los requerimientos de nuestro bienestar, más placentera es nuestra vida y más felices nos sentimos con el medio que nos rodea. Debemos comenzar a desmitificar el dinero y aprender a quererlo de forma objetiva, sin que medien prejuicios que atenten contra nuestra percepción de aquello que nos hace felices.

Durante el desarrollo de la presente guía, estaremos analizando algunos de los puntos más importantes que giran en torno al impacto que tiene el dinero en nuestro bienestar.

El dinero es un medio, no un fin

El dinero es una ficha de intercambio, si deseas comida, ocio, un auto, o visitar un país extranjero, harás uso del dinero a cambio de la experiencia que recibirás. Criticar a las personas que buscan mejores oportunidades económicas es una práctica irracional y deshonesta. Todos queremos tener la oportunidad de satisfacer nuestras necesidades materiales y esto no es algo que deba avergonzarnos. El problema se encuentra en la idea que nos hacemos del dinero, imaginándolo como el fin, cuando el verdadero disfrute radica en cómo lo empleamos.

Hacer dinero, en principio, no te hará una persona más feliz. La felicidad llegará en el momento que logres hacer uso de ese dinero para satisfacer las demandas que surgen en las distintas aristas de tu bienestar. Por poner un ejemplo, es probable que no necesites pagar nada para sentarte con un amigo a conversar, disfrutar de una tarde en el campo, leer un libro que te apasiona o escuchar música de tu agrado.

Hasta aquí podrias pensar que el dinero no te es de utilidad para satisfacer esas necesidades espirituales que tienes. El problema es que si no tienes donde dormir, no has podido comprar la comida que necesitas, tienes deudas con el banco, etc, esas necesidades espirituales tampoco podrán satisfacerse. El dinero, en su medida justa, te permite tomar tiempo libre para disfrutar de aquellas cosas que, si bien son gratis, requieren de que cuentes con tiempo para ello.

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