Transcripción Sintomas y riesgos de la deshidratación
Nuestro organismo necesita de abundante agua para llevar a cabo con eficiencia las funciones biológicas más elementares, que nos permiten mantenernos con vida. El nivel de agua que demanda nuestro cuerpo, varia en cada sujeto, atendiendo a sus particularidades y requerimientos especificos. Estos requerimientos se forman a raíz de las condiciones medioambientales donde se desarrolla la persona, la actividad física diaria, el estilo de vida, la calidad de la alimentación, el estado de salud, la estatura, el peso, entre otros. Cuando nos encontramos correctamente hidratados, la cantidad de agua que se pierde durante el día es equivalente a la cantidad de agua que se introduce.
Dicho lo anterior, el riesgo comienza cuando rompemos este balance hidrico. Si el consumo de agua es inferior a la pérdida de esta, estaremos transitado por una deshidratación. La deshidratación podrá ser leve, moderada o grave, en atención a qué tan pronunciada es la misma. Una deshidratación prolongada puede desencadenar en diversas afectaciones para nuestra salud.
Durante el desarrollo de la presente guía, estaremos analizando algunos de los elementos esenciales que giran en torno a este tema. De esta forma, aprenderemos la importancia de evitar la deshidratación si queremos mejorar nuestra calidad de vida.
Deshidratación leve
Durante la deshidratación leve comienzan a aparecer una serie de síntomas que son sencillos de apreciar. La sensación de sed suele ser ligera en su etapa inicial, de igual manera, se disminuye la producción de orina y podemos llegar a perder entre el 3 al 5% de nuestro peso corporal. Este nivel de deshidratación no presenta grandes riesgos para nuestra salud siempre que sea contrarrestada en un periodo corto de tiempo. Su principal función, es la de avisarnos de que los niveles de agua de nuestro organismo están en índices inferiores a los adecuados.
No obstante, lo anterior no significa que debamos esperar a experimentar una deshidratación leve antes de beber agua. El solo hecho de estar transitando por un periodo de deshidratación, así sea leve, implica que nuestro consumo de agua es deficiente. Debes programar el consumo de tu agua para evitar afrontar periodos de deshidratación.
Deshidratación moderada
Durante la deshidratación moderada aumentan de forma significativa los síntomas y afecciones que sufre nuestro cuerpo. No solo la sensación de sed es mucho mayor que durante la deshidratación leve, sino que podemos enfrentar agudos dolores de cabeza, calambres musculares, cambios en nuestro estado animico, decaimiento, entre otros. Durante este periodo, también es normal que aparezcan taquicardias y resequedad en nuestras mucosas y boca. La pérdida de peso corporal aumenta hasta rangos cercanos al 10% y podemos llegar a experimentar una hipotermia.
La deshidratación moderada es muy peligrosa para nuestra salud y es la antesala hacia una deshidratación grave. Ante algunos de estos síntomas debemos hidratarnos con urgencia para evitar males may
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