La influencia del ruido en el sueño

Todos hemos visto afectada la calidad de nuestro sueño por la presencia del ruido en las noches. Este es un fenómeno muy común, pero que guarda una gran relación con el desarrollo de las funciones biológicas en nuestro organismo y la forma en que nuestro cerebro percibe y procesa los estímulos externos que recibe. El proceso de ir a dormir no es tan sencillo como acostarnos en una cama. Requiere de una serie de medidas previsorias que buscan acondicionar nuestra habitación de forma tal, que podamos disfrutar de un espacio propicio para descansar sin interrupciones durante toda la noche.

Durante el desarrollo de la presente guía, estaremos analizando algunos de los elementos más importantes relacionados con este tema, para que puedas comprender más acerca de los procesos internos que se originan en nuestro organismo mientras dormimos y cómo impacta el ruido en la desestabilización de los mismos.

Afectaciones generales en el organismo

El hecho de que el ruido afecte la calidad de nuestro sueño o pueda interrumpirlo de forma brusca, no se debe únicamente a que este sea molesto, sensorialmente hablando. El ruido es capaz de incidir en una serie de funciones biológicas de gran importancia para nuestro organismo. Ante la presencia del ruido, aumenta nuestra presión arterial. Esto viene aparejado al incremento de un estado de excitación que irrumpe en nuestra calma y relajación.

El aumento de nuestra presión arterial no es el único efecto provocado por el ruido, nuestra frecuencia cardiaca también se verá afectada y comenzaremos a sufrir severos cambios en nuestra respiración. Los estudios que se han llevado a cabo sobre el ruido y su impacto en el sueño, han hecho notar que las personas que se ven obligadas a dormir en presencia de este, suelen experimentar una serie de movimientos involuntarios que terminan fatigando al organismo.

Depresión y bajo rendimiento

Los efectos de haber dormido bajo la influencia del ruido también serán impactantes una vez que nos despertemos. El estado emocional de la persona que ha tenido que descansar en estas condiciones no será el mismo que el de aquella que ha logrado conciliar un sueño profundo y reparador. Entre estos efectos se aprecia el aumento del estado depresivo y por ende un bajón considerable en el rendimiento durante la jornada diurna. Como podemos notar, el ruido no solo impacta en la manera en la que dormimos, sino que arrastra sus consecuencias a lo largo del día.

Cuando se duerme en ambientes que son habitualmente ruidosos, se puede llegar a desarrollar serias afectaciones para la salud, todo esto a raíz de permanecer en un estado continuado de interrupciones en la calidad de nuestro sueño.

Aumento del estrés

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