Transcripción Conociendo al cliente. Responsabilidades con el cliente
Si tu cliente es un patrocinador o un superior que busca mejorar o desarrollar aspectos específicos dentro de la organización y te han elegido para abordar estas necesidades mediante el coaching de liderazgo, un tema surge como una dualidad intrigante. El tema de la responsabilidad con tu cliente y tu coachee.
Por un lado, parece sencillo, pero determina la capacidad para guiarse a través de aguas turbulentas hacia tierras más firmes. El pensamiento que aportes podría ser la diferencia entre el naufragio y el éxito.
Por lo tanto, hay que desentrañar las relaciones al plantear la pregunta esencial:
- ¿Quién es mi cliente y cuáles son mis obligaciones y responsabilidades hacia esa entidad?
En este viaje hacia el entendimiento, se torna crucial establecer una comprensión compartida desde el comienzo mismo del vínculo con el cliente. Una comprensión que se alza como un escudo protector contra los escollos potenciales y un cimiento para edificar una relación sólida y duradera.
Y cómo podríamos alcanzar esta claridad sino a través de un conjunto de preguntas que definan el vínculo profesional:
- ¿Quién debe ser receptor de la información que comparto?
- ¿Es adecuado compartir información solo con algunos individuos?
- ¿Cómo equilibrar la necesidad de confidencialidad con la responsabilidad de informar?
- ¿Qué hacer cuando las prioridades chocan?
- ¿Cómo decidir cuál prioridad merece la delantera en la carrera?
Ya sea que pertenezcas a la organización o te hayan contratado como consultor para hacer coaching de liderazgo. Tu compensación proviene de esa organización por lo que debes rendir cuentas a alguien más.
Imaginemos un escenario donde el coaching de liderazgo se entrelaza con la jerarquía organizativa. En esta esfera, su posición puede variar, y por tanto, las responsabilidades. Si está entrenando a un líder de equipo, su responsabilidad puede extenderse hacia otros miembros del equipo, creando una malla de relaciones interconectadas. Sin embargo, debe conocer las fronteras y las reglas de este juego. ¿Hasta dónde llega su confidencialidad? ¿Cuánta información puede compartir con diferentes jugadores en el tablero?
Un desafío se erige cuando se introduce este concepto en esta trama. En este caso, su cliente no es solo el (o los) individuo bajo su tutela, sino también el líder de equipo o gerente que supervisa su trabajo. O si eres un gerente que ha sido asignado por ejemplo para capacitar a sus colegas. En este viaje, las líneas de confidencialidad y comunicación deben ser delineadas con precisión quirúrgica. La transparencia es la llave para abrir puertas a entendimientos mutuos y al mismo tiempo, proteger la integridad de su posición.
Es probable que tengas que rendir informes, pues ese gerente superior quiere mantenerse informado y actualizado del progreso. o la falta de este. Y no es como si pudieras negarte pues es una cadena de responsabilidades.
Lo mejor es optar por la transparencia y ser lo más directo desde el principio. Por ejemplo al dejarle saber a tus coachees que aunque deba compartir sus observaciones con un superior, si le pide discreción sobre un asunto intentará mantener la confidencialidad si es posible, siempre que no sea ilegal o inmoral.
Se trata de establecer un equilibrio entre tu deber con la gerencia y tu deber con tus coachees, para establecer confianza y darle tiempo y libertad de acción a las personas para que resuelvan sus problemas.
responsabilidad cliente