El impacto de las comparaciones en nuestra vida

La mayoría de las personas desean para su vida cosas que a veces desde su propia opinión resultan inalcanzables, y no se trata de tener una personalidad inconformista, sino de un continuo y natural deseo de mejoria que todos poseemos. Sin embargo, esa disyuntiva entre lo que somos y tenemos y lo que deseamos ser y tener, lleva a algunos a sobrepasar los límites equilibrados en la búsqueda de soluciones correctas.

En momentos así el coaching de vida pone a disposición del cliente recursos que le enseñan, a explorar su esencia interior y crear de forma precisa la imagen de lo que desea, preparándolo adecuadamente para salir al mundo y hacer realidad sus sueños.

Encontrar un estado ideal de vida

Un coach no puede diseñar la secuencia de vida de su cliente, nadie puede hacerlo; pero si tiene el conocimiento para trazar estrategias que guien a quien busca su ayuda, a encontrar un camino saludable y preciso que lo lleven a alcanzar sus metas.

Algunas personas suelen juzgarse a si mismas muy duramente por no tener la vida que desean, pero la orientación oportuna del coach los hará observar su realidad analizando sus creencias limitantes y comportamientos, propiciando que cambien sus puntos de vista.

El coach experimentado sabe que el tiempo de trabajo no es el mismo para todos los clientes, mientras que para unos el proceso de trabajo se prolonga toda una vida, para otros no es así; siendo importante señalar que el coaching profesional nada tiene que ver con fomentar relaciones de dependencia emocional del cliente con su coach, el cual orienta su trabajo en ayudarlo a comprender de que en la visión de su estado ideal de vida lo más valioso no es lo que va a hacer, sino en quien se va a convertir al final del proceso.

Trabajar con la imaginación

Apoyándose en el poder de la imaginación, el coach enseña a su cliente a analizar de manera dinámica diferentes aspectos de su vida, tomando como punto de inicio la realidad actual del cliente, con todos los factores externos que influyen en su vida.

En el siguiente paso el cliente debe sustituir la imagen de su realidad actual con una imagen de si mismo en su estado ideal del futuro y debe verse poniendo en práctica todas sus habilidades y conocimientos en calidad de participante activo de esa nueva realidad imaginada.

El cliente, guiado por el profesional, deberá expresar cómo se sintió siendo protagonista, en su realidad imaginada, de sus propios logros, qué sensaciones y sentimientos le provocó la vivencia de poner en práctica sus conocimientos y habilidade