Transcripción Tomar deciione dificile
Todos nos hemos enfrentado en muchas ocasiones a distintos momentos en los que se requiere que tomemos decisiones dificiles. Tomar este tipo de decisiones puede ser todo un problema para algunos, ya que en el fondo de estas situaciones se suele estar hablando de elementos que son de gran importancia para nuestras vidas y que de cometer errores a la hora de decidir, pudiese traernos consecuencias muy perjudiciales. Dicho esto, muchas personas ante el deseo de evadir la toma de decisiones dificiles, optan por mantenerse inmóviles como respuesta.
No actuar es la peor decisión que puedes tomar ante estas situaciones, ya que si la decisión es compleja de tomar, seguramente será porque atiende a un tema que es de gran importancia. Durante el desarrollo de la presente guía estaremos abordando algunos de los elementos básicos relacionados con la toma de decisiones dificiles, de forma tal que nos sea de utilidad para saber cómo comportarnos llegado el momento.
Desmitifica la situación
La primera tarea a llevar a cabo con el fin de romper con ese estado de parálisis emocional que puede generarnos el hecho de tener que afrontar una situación en la que debamos tomar una decisión difícil, es desmitificar la situación sobre la que debemos decidir. Muchas veces la diferencia entre qué tan complejo nos resulta tomar una decisión, no radica en qué tan compleja es la situación, sino en lo que podemos perder en caso de tomar una decisión desacertada.
Si acudimos al pensamiento racional, notamos que la metodología para decidir sobre algo poco importante es la misma que la que debemos usar para decidir sobre algo importante. La importancia del asunto sobre el que estamos decidiendo no debe alterar la forma en la que decidimos. Dicho esto, comienza por desmitificar, tienes que enfocarte en decidir por lo que consideras correcto, las posibilidades de equivocarte no van a cambiar porque el hecho sea importante o no.
Acepta la posibilidad de equivocarte
Si no eres capaz de aceptar que existe una posibilidad de que estés tomando la decisión incorrecta, es muy poco probable que te animes a tomar alguna decisión. Inconscientemente lo hacemos cada vez que decidimos sobre cosas sencillas, sabemos que podemos estar equivocados, pero esto no es algo que nos atormente o genere ansiedad en nosotros, ya que conocemos que en caso de no acertar los daños no serán muy graves.
Esto cambia cuando se habla de una situación compleja, donde al equivocarnos los daños serían más severos. En este punto si tememos a equivocarnos, pero si nos detenemos a pensar, tanto en las decisiones sencillas como en las complejas siempre vamos a optar por lo que creemos que es correcto, ya que por muy pequeño que sea el daño, nadie decide algo mal a propósito. Si aceptamos la posibilidad de equivocarnos ante situaciones complejas, de la misma forma en que aceptamos esta posibilidad ante situaciones sencillas, no sufriremos tanto ante el proceso de tener que tomar una decisión difícil.
No actuar es la peor decisión
Como decíamos en la introducción de esta guía, la peor decisión que puedes tomar es no actuar. No puedes dejar que te domine la parálisis emocional, si hay una situación que te atormenta y que requiere de que tomes una decisión al respecto, lo peor que puedes hacer es abstenerte de actuar con el fin de evadir las malas sensaciones que te está provocando esta decisión.
Es mejor tomar una decisión errada que dejar que los problemas continúen sin que formes parte en el asunto. Es preferible que nos equivoquemos a tiempo que permitir que el problema siga creciendo a causa de nuestra pasividad.
decisiones dificiles