Transcripción Identifica los valores de tus clientes
Los valores que posee una persona determinan en gran medida su proyección y comportamiento de cara a la sociedad. Fomentar buenos valores desde la niñez es la forma más efectiva para garantizar el desarrollo de seres sociales integrales, que sepan relacionarse de forma adecuada e intercambien con los demás desde el respeto y la empatía. Siempre es posible inculcar nuevos valores y trabajar sobre la ética y la moral de las personas adultas.
Saber identificar los valores de nuestros clientes es tarea fundamental a la hora de realizar un buen trabajo con los mismos.
Durante el desarrollo de la presente guía estaremos abordando algunos de los elementos más importantes en torno a la identificación de los valores en nuestros clientes y el trabajo que realizamos con ellos durante nuestras sesiones de coaching, de forma tal que aprendas a apoyarte en este recurso para optimizar los resultados esperados durante tus sesiones de coaching.
Por qué debo atender a los valores de mis clientes
Atender a los valores de tus clientes te aportará un cúmulo importante de información a la hora de comprender el por qué estos se proyectan de una forma u otra en sus relaciones interpersonales.
Muchos de los problemas más recurrentes por los que tus clientes acuden a tus servicios, tienen una base en los valores que profesan y su nivel de percepción sobre los mismos. Si logras identificar el espectro de valores en los que se desenvuelve tu cliente, podrás entender mucho más sobre su visión acerca de lo correcto y la forma en que conciben y aprecian sus actos.
Cuando llevamos a cabo nuestras sesiones de descubrimiento, debemos incorporar a la definición general del perfil del cliente, los valores destacables en el mismo y aquellos en los que debemos profundizar y moldear, con el objetivo de obtener un mejor resultado en el desarrollo personal del cliente.
Cómo trabajar los valores de mi cliente
Como decíamos en la introducción de esta guía, siempre es posible inculcar nuevos valores si sabemos cómo relacionarnos de forma empática con nuestros clientes. Lo primero que se debe hacer, es resaltar los aspectos positivos del cliente, esto permitirá que partamos de un punto amigable, que permita tolerar las posteriores criticas de una forma más receptiva. Para inculcar un nuevo valor se debe acudir a la empatía como herramienta de percepción de gran valor.
La empatía nos permite sentirnos como otras personas y padecer los sentimientos de estas como si estuviésemos en su misma situación.
A través de la empatia, hacemos notar al cliente que la manera en la que se proyecta hacia otras personas no es la misma en la que él desea que se relacionen con él. Es la idea que radica en no hacerle a otros lo que no queremos que nos hagan.
Si logramos posicionar al cliente en la visión de comportarse de forma coherente y tratar a los demás de la misma forma que desea que lo traten, es muy posible que aprenda a valorar la importancia de trabajar en su comportamiento para progresar en su desarrollo personal.
Siempre debes dar el ejemplo
Lógicamente, no puedes hablar de valores o intentar inculcarlos en tus clientes si no eres capaz de dar el ejemplo. Cuida siempre la forma en la que te proyectas hacia tus clientes y transmite modales acordes a lo que profesas, la mejor manera de aprender es a través de la imitación. Ten en cuenta que tu posición de autoridad en la relación que sostienes con tus clientes provoca también que seas percibido por estos como una figura de la que pueden aprender.
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