Transcripción La inteligencia emocional como mensajera de los problemas
La inteligencia emocional es la parte de nuestra conciencia que controla y gestiona nuestras emociones, gracias a este espectro de la inteligencia humana, somos capaces de educarnos en nuestras reacciones y la forma en la que administramos nuestras energías para procesar la información que recibimos y reaccionar ante ella.
La inteligencia emocional juega un papel muy significativo a la hora de transmitir los mensajes que recibimos desde la interacción que sostenemos con otras personas y los problemas que se van suscitando en el día a día. Trabajando en nuestra inteligencia emocional, aprendemos a decodificar estos mensajes de forma tal que no interfieran con nuestro estado animico y nuestra estabilidad emocional.
Durante el desarrollo de la presente guía estaremos abordando algunos de los elementos básicos que giran en torno a la inteligencia emocional y cómo esta influye en la forma en que percibimos los problemas que debemos afrontar.
Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es uno de los tipos de inteligencias que posee cada persona. Mediante el trabajo constante en aprender a educar nuestras emociones, podemos mejorar esta inteligencia para que aprenda a procesar la información de una forma más óptima en garantia de nuestros intereses. En relación a los problemas, la inteligencia emocional juega el papel de mensajera, ya que es la que se encarga de comprender y procesar la información que recibimos.
Nuestras emociones impactan de forma constante en la forma en la que tomamos nuestras decisiones. Si somos impulsivos o no somos capaces de asimilar con calma y objetividad cada una de las adversidades con las que debamos lidiar, se debe a nuestro grado de desarrollo de nuestra inteligencia emocional.
Evita actuar bajo la influencia de un estado emocional inestable
Cuando nuestro estado emocional es inestable, nuestra forma de percibir los hechos se ve distorsionada, ya que comienzan a aparecer una serie de sesgos cognitivos que afectan la realidad de los acontecimientos con los que estamos lidiando. A ello se debe que cuando estamos molestos, hagamos o digamos cosas sobre las cuales luego nos arrepentimos.
Si notas que tu estado emocional no es el adecuado para tomar una decisión en concreto, procura esperar a que la emociones se aplaquen y te encuentre más tranquilo, de esta forma garantizarás que tus decisiones provienen del lado racional de tu cerebro y no de los impulsos transitorios.
Aprende a conocer tus emociones
La mayor sabiduria proviene de aprender a conocernos a nosotros mismos. En muchas ocasiones nos enfocamos en modificar nuestro estado emocional o en educar a nuestra inteligencia emocional a reaccionar de una determinada manera ante la aparición de circunstancias complejas, cuando puede ser mucho más sencillo aprender a conocernos para saber cómo debemos comportarnos ante cada acontecimiento.
Si sabes de antemano que eres una persona impulsiva o que cuando te encuentras molesto sueles decir cosas inapropiadas, lo más inteligente sería aprovechar esta información y usarla a tu favor para determinar cuándo es el momento indicado para interactuar con otras personas o decidir sobre aspectos importantes. No está mal sentir emociones fuertes, lo incorrecto en este caso es dejarse llevar por estas emociones y no tener la capacidad para discernir entre si estás actuando de forma racional o te encuentras manipulado por los efectos de tus impulsos emocionales.
Muchas personas no tienen un buen humor cuando no duermen bien o en los momentos en que tienen hambre. Son reacciones naturales y no tienen nada de malo. Si este es tu caso solo debes procurar que a la hora de decidir no te encuentres en este estado, de lo contrario estarias siendo irresponsable en tus acciones.
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