Transcripción Lado negativo de las expectativas
Resulta natural, cuando invertimos tiempo y esfuerzo en algún tipo de asunto de nuestro interés esperar el beneficio de su resultado; pero ¿hacernos expectativas tiene un lado positivo o negativo? Muchas veces armamos todo un plan que solo se puede llevar a cabo con un pequeño detalle de suceso que no ha ocurrido pero que estamos esperando; cuando suceda doy el siguiente paso. Por una parte es lógico que tengamos expectativas para la vida. Lo negativo es cuando no se manifiestan como esperamos; obtenemos un resultado no deseado y entonces comienza a tener repercusión en nuestro estado de ánimo. Constantemente queremos tomar el control de lo que deseamos para nuestro futuro y sin darnos cuenta no vemos la parte negativa de crearnos expectativas.
Emociones precipitadas.
Primeramente tengamos en cuenta que nos podemos fascinar con cualquier idea de progreso tanto en el campo material como emocional. Siempre anhelamos un determinado bienestar que está sujeto a sucesos que aún no han ocurrido; nos ponemos ansiosos o desesperados, por lo general sucede cuando se anticipa una realidad muy cercana. Un aspecto negativo para nuestras emociones cuando esperamos algo es disociarnos del momento presente, descuidar las prioridades urgentes por una expectativa creada. Prestamos más atención a nuestro estado emocional, tomamos decisiones precipitadas y al no lograr un resultado satisfactorio caemos en un estado de depresión abismal del cual es difícil recuperarnos.
La ilusión.
La mente al ser un sistema tan complejo cae en construcciones inconscientes que facilitan todo tipo de realidad, o al menos eso creemos. La ilusión es el resultado inevitable de las expectativas que nos nacen con el fin de un bienestar favorable. En ocasiones podemos deducir que muchas de nuestras ilusiones son inalcanzables, pero algunas están más cerca de lo que pensamos. Cuando creamos expectativas que no son coherentes con nuestra realidad mediante la ilusión corremos el riesgo de auto lacerarnos y terminar en depresión al darnos cuenta que hemos perdido tiempo.
Frustración y expectativas.
De muchas formas nuestras expectativas se vuelven sin darnos cuenta un elemento negativo para nuestro comportamiento, mayormente cuando obtenemos un resultado diferente del que pensábamos ansiosamente. La frustración, ese estado en que muchos se sumergen para justificar una determinada actitud ante la vida. Las repercusiones negativas de las frustraciones mediante falsas expectativas se pueden manifestar en todos los ámbitos de nuestra interacción, principalmente en las relaciones de pareja. Muchas personas, cegadas por la frustración de expectativas terminan por culpar a alguien más para no sentirse responsables de los resultados e incluso, inconscientemente incurren en tipos de manipulación como el chantaje emocional como medio para sentirse importantes desencadenando una ola de emociones negativas a su alrededor.
El pasado.
La repercusión de nuestro pasado juega un papel importante en cómo asumimos los sucesos del presente y las expectativas. Si hemos sufrido de traumas de infancia o nos han prometido cosas que jamás se han cumplido posiblemente estemos atados a evitar la idea de fracaso. Muchos de estos traumas arraigados en el pasado afectan nuestra capacidad de aceptación de la realidad tal cual es y por este motivo como medio de defensa creamos las expectativas con el fin de plantearnos una meta mejor. La parte dañada de nuestro pasado influye en el tipo de falsas expectativas en las cuales creemos aferradamente por miedo a que se vuelva a repetir en nosotros la desilusión.
Objetivos vs expectativas
Es relevante aclarar que existe una gran diferencia entre objetivos y expectativas. Los objetivos tienen un resultado predecible y son intencionales; por lo general nos planteamos un propósito a un alcance con un tiempo determinado requiriendo de esfuerzo y trab
lado negativo