Búsqueda de paz emocional

Durante nuestro curso nos planteamos desarrollar la mayor cantidad de habilidades con las cuales poder formarnos como Coach. Buscamos hacernos de conocimientos mediante el estudio, aprovechamos los errores para tomar experiencia y ciertamente contamos con logros, pero siempre buscamos más. Como humanos en este camino una de las mejores y más codiciadas conquistas personales es la paz emocional, ese estado de equilibrio donde se encuentra en armonia lo que eres y del cual nadie ni nada nos puede desorientar. Podemos tener un arsenal de posesiones, bienes, o méritos pero si carecemos de paz emocional ninguna de esas cosas tendrán sentido.

Estado actual y estado deseado.

Siempre llevamos todo a un análisis interno de nuestra situación, para detectar qué nos preocupa, con qué no estamos contentos. Una autoevaluación de nuestro estado actual siempre es recomendable pues somos seres que nos encontramos ante cambios constantes. Al saber nuestro estado actual lo comparamos con un estándar de estado deseado, ¿cómo queremos sentirnos? Seguramente este es el comienzo para entender que necesitamos un cambio y nos ponemos en función de lo que sentimos para volverlo una necesidad, se vuelven nuestras necesidades internas. Si nuestro ambiente esta colmado de turbulencia y algo de ansiedad e inconformidad es lógico que no estamos experimentando la sensación de una paz emocional y esa es nuestra búsqueda en todo momento.

Búsqueda del equilibrio.

Para nuestra profesión de Coach es un requisito indispensable encontrarnos en equilibrio pues guiamos a los clientes hacia un crecimiento personal mediante el mejoramiento emocional, y cómo podriamos hacerles entender algo que no dominamos nosotros. El equilibrio se evidencia desde nuestras pretensiones, nuestras prioridades y lo que nos rodea. Las personas que están a tu alrededor son también portadoras de equilibrio y construyen tu paz emocional, tu familia, amigos o compañeros de trabajo. Principalmente la relación de pareja juega un rol importante en nuestro empoderamiento para la toma de decisiones; si nuestra relación no nos aporta equilibrio difícilmente podamos asumir con responsabilidad decisiones importantes, y la búsqueda de nuestra paz emocional se verá envuelta en una necesidad desesperada y no en un acto consciente. Cuando llevamos una vida con equilibrio emocional estamos más aptos para ayudar a otros en la búsqueda de su propia paz.

Necesidades y deseos.

¿Que realmente me traerá paz? ¿Necesito tener mucho dinero? Necesito tener una casa grande con lujos y creo que esto me traerá paz, tener mucho dinero para jamás preocuparme por pagar una renta, hacer un viaje de vacaciones, son las respuestas frecuentes de alguien que solo ve las necesidades y no los deseos. Es bueno anotar que no es igual necesidad que deseo, por lo general las necesidades tienen un carácter urgente y de ellas depende mucho nuestro estado de ánimo. Por otra parte el deseo se remite a una idea de conquista mediante la cual organizamos lo que sentimos y lo que queremos. Muchos acuden a culpar su situación de paz emocional con la solución de sus necesidades pero una vez que están resueltas concluyen en que no eran la causa de su ausencia y se proponen una búsqueda interminable.

La conexión.

Crecemos al ritmo de muchas cosas con las cuales nos relacionamos y erróneamente le atribuimos que al alcanzar una meta tendremos la calma, pero funciona de otra manera. Como es de imaginar la conexión contigo mismo es importante para la búsqueda de esa paz emocional que deseas, llegar a nuestro centro más puro, nuestras derrotas, nuestras conquistas y sueños. Para comprender de qué se trata la paz emocional debemos aceptar nuestras derrotas, fracasos y todo lo que nos afectó en el pasado, comprender que los sucesos llegan a nosotros con una gran enseñanza o un reto para probar nuestra ecuanimidad e inteligencia ante la vida. Terminamos por asumir que la conexión entre tú y el propósito son la solución a la paz cuando lo que necesitamos lo encontramos donde no imaginamos.

Ser autentico.

Somos seres que vivimos en comunidad, interactuamos constantemente con personas y establecemos con ellas una conexión mediante la cual aportamos y nos aportan crecimiento. Es casi inevitable no influenciarnos por la forma de ser