Transcripción Sé honesto con tus clientes
La honestidad es una de las cualidades más valoradas por todo cliente, no obstante, muchos coaches prefieren usar recursos engañosos para obtener resultados a expensas del daño que infringen en sus clientes. Ser honesto implica el mantener un comportamiento ético-moral coherente con los valores que se exige de todo profesional, de forma tal que sepamos asumir la responsabilidad de rechazar un trabajo cuando sabemos que este no va en beneficio de nuestro cliente.
Durante el desarrollo de la siguiente guía estaremos analizando algunas de las situaciones más recurrentes en las que debemos actuar desde la honestidad, con el fin de prevenir problemas en el futuro.
Sé honesto a la hora de rechazar un trabajo
El hecho de que seas un coach profesional no implica que todo tipo de trabajo se adapte a tu perfil o habilidades resolutivas. Cuando un cliente se acerca a nosotros con una problemática para la que no estamos capacitados, es mejor rechazar la atención del caso y ofrecer de forma sincera las razones por las que no tomamos el trabajo, que asumir la obligación de enfrentarnos a algo para lo que no estamos preparados.
Asumir trabajos que superan nuestras capacidades, ya sea porque no queremos perder el cliente o por vergüenza de aceptar que no estamos preparados, provocará problemas muy significativos tanto para el cliente como para el coach. En el caso del coach, este deberá lidiar con una situación de alto estrés que lo afligirá de forma constante al saber que no cuenta con las herramientas necesarias para solventar la situación. El cliente por su parte, estará desperdiciando su tiempo con una persona que no puede ayudarle, gastando recursos que pudiera emplear en otras acciones y alimentando falsas esperanzas.
De igual manera debes ser honesto cuando detectes que te están presentando un problema que no debiera se atendido mediante el coaching de vida, sino que requiere de otros especialistas como un psicólogo o psiquiatra. Estos casos pueden ser muy comunes ya que estas profesiones generan cierta confusión, es por ello que tu ética debe prevalecer para saber orientar al cliente en su mayor beneficio.
Sé honesto con las tarifas de tus servicios
Existe un equilibrio muy importante entre saber valorar nuestro trabajo y cobrar un precio justo por ello, y abusar de las necesidades de un cliente desesperado. Tu tarifa no debe variar atendiendo a la necesidad y urgencia que aprecies en un cliente, sino al esfuerzo que realizarás y el valor real que tiene el trabajo que debes realizar. La deshonestidad en este sentido es percibida con gran facilidad, ya que tu propia competencia sabrá brindarle una mejor opción a tu cliente y terminarás perdiendo todo tipo de credibilidad.
Sé honesto con tu competencia
La competencia desleal es una de las prácticas más criticadas por todo profesional que se dé a respetar en su sector. No necesitas aplastar a nadie para sobresalir entre tus clientes, la mejor manera de atraer la atención de los mismos es realizando un buen trabajo y mostrando resultados satisfactorios.
Acciones como hablar mal de otros coaches para robar su clientela serán percibidas de forma negativa por tus clientes, quienes aprecian que seas honesto y te centres más en lo que puedes ofrecerles a ellos que en lo que puedes criticar de tus colegas. No temas en dirigir a un cliente hacia tu competencia si este no encuentra la solución a sus problemas mediante tus servicios, de esta forma estás demostrando que tu principal interés es resolver los problemas del cliente y no el cobrarles por tu trabajo, ya que solo accedes a trabajar en problemas en los que puedes aportar valor.
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