Transcripción Seguridad y riesgo: un balance necesario
Este apartado se vuelve interesante sobre todo porque dialogamos sobre la vida, dos conceptos fundamentales para analizar y entender cómo nos condicionan. La gran mayoría de las personas busca entre tanta turbulencia la sensación de seguridad tanto financiera como física e incluso sentimental. Es natural estar atados a responsabilidades como un trabajo que sustente, un hogar que sustentar o un curso o universidad que nos respalde. De seguro con estas cosas tendremos una vida tranquila, pero, ¿te has preguntado que pasa su salimos y nos proponemos tomar riesgos en nuestra vida? Existen pocas personas que dejan atrás todo sueño de calma y rutina para aventurarse al cambio y las infinitas experiencias de las cuales aprender.
Lo conocido.
Comencemos por el principio, están las cosas que culturalmente hemos heredado y que reproducimos como estudiar, para lograr obtener un buen puesto de trabajo con el cual sostener una renta o una casa, y lo otro que sigue, comprometerse con alguien hacer una familia y envejecer. Están también las cosas de las cuales no nos desapegamos por sentir que nos son necesarias y de las que depende mucho nuestro presente. Vivimos con la gratificación de que estamos en una zona de confort rodeados de cierta estabilidad y de donde no nos atrevemos a salir. ¿Qué pasaria si nos asomamos afuera? Aún existe mucho miedo a vernos en el camino sin nada en los bolsillos, pero ¿qué pasaria si no tuvieras nada? De alguna manera comenzariamos dando el primer paso a lo desconocido. La gran mayoría se aferraria a no perder lo que les rodea, su zona segura.
Lo desconocido.
Aquí ya estamos en la incertidumbre, ¿qué hay más allá de lo que conocemos? A una gran parte de los emprendedores esta pregunta les suele estimular para encontrar la respuesta. Simplemente podemos encontrar lo que seamos capaces de soñar. Nosotros como Coaches también somos emprendedores, toda forma de seguridad debemos crearla nosotros mismos; no existe una fórmula concreta para garantizar que tendremos éxito, cada cual va haciendo su propio camino. Es normal evitar lo desconocido sobre todo cuando esto simboliza poner en riesgo lo conocido.
El mundo dentro.
Nuestros pensamientos referentes a cómo vemos la realidad nos impulsan a mantenernos apegados a la idea de seguridad que conocemos. Aunque no estemos del todo satisfechos con el trabajo porque no sentimos que nos llena o que no estamos explotando al máximo nuestras habilidades sabemos que ese sueldo sostiene un determinado nivel de vida y si desertamos de esto perderemos el juicio por completo. ¿Por qué voy a abandonar lo que conozco? ¿Por qué voy a correr ese riesgo? Es la forma normal de pensar en nuestro interior. Acabamos por aceptar nuestra realidad tal cual condenándonos a que lo que ganamos ahora resuelve todos nuestros problemas aunque no represente un bienestar personal.
El mundo fuera.
Después de cruzar esa puerta nada volverá a ser como antes. Lo primero para impulsarnos es sentir cierta inconformidad con el presente y la realidad que vives, hay cosas que necesitas cambiar, comenzar nuevas experiencias en torno a tu persona. Sabes que allá afuera hay un infinito de probabilidades para ti y tienes la sed de aprender, ampliar tu visión del mundo desconocido. Vamos en busca de una motivación, qué te gusta hacer realmente y con lo que puedas ayudar a cambiar tanto tu como lo que te rodea. Cuando nos decidimos a cambiar nuestro presente no quiere decir esto que debamos perder necesariamente lo que ya tenemos, sino que vamos en busca de más.
Realizar sueños.
El segundo paso para completar lo que eres o quieres ser es soñar; pueden decirte que debes mantener los pies en la tierra pero es importante visualizarnos como queremos para sentir que podemos alcanzarlo en el plano real. Las aspiraciones llegan a representar la mayor motivación para direccionar nuestras acciones en función de lo que desea
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