Transcripción Capacidad para tomar decisiones
Para muchos efectos nuestras capacidades en la toma de decisiones se ve influenciada por disimiles cuestiones que aparecen constantemente ante nosotros y se vuelven retos a superar para posicionarnos donde queremos. Lo más condicionante son tus propias emociones, ese conflicto interno que nadie conoce y con el que sabes debes lidiar a diario. Por lo general le damos un valor importante a nuestras prioridades y nuestro tiempo, así que siempre nuestras decisiones se rigen por nuestros intereses. ¿De qué manera me acerco a mis objetivos y cómo hago el mejor uso de mi tiempo?, son las preguntas más frecuentes cuando estamos ante un suceso que puede definir nuestro presente.
Capacidad de resiliencia.
La resiliencia es el concepto que define la capacidad de adaptarse a las dificultades o sucesos traumáticos desfavorables que nos suceden. A todos nos afectan las pérdidas y adversidades pues determinan nuestro estado de ánimo desencadenando cambios de formas de pensar. Es importante no estacionarnos en lo grande del conflicto, evitar victimizarnos o recurrir a pensamientos disfuncionales ya que suelen desvincularnos del objetivo central. La forma más inteligente de llegar a ser resilientes es usar la experiencia vivida para las próximas decisiones del futuro.
Definir el problema.
Entre todo es muy frecuente disociarnos y notar que algunas cosas no avanzan como queremos, entonces ignoramos que tenemos un problema. Primero debemos aceptarlo, aunque sea difícil; ¿cuál es la causa del problema? Identificar que está fallando nos puede mostrar de forma sencilla como manejarlo. El paso siguiente luego de definir al problema es buscar soluciones sólidas y eficaces, ahí entra nuestra capacidad de decisión, ¿cuál sería la solución correcta?
Tener un plan de acciones.
Es un elemento importante para estimular la capacidad de tomar decisiones elaborar un plan de acciones. Mediante la planificación de nuestras acciones podemos llevar un control sobre lo que queremos y los pasos necesarios para lograrlo. Lo principal que tomamos en cuenta son nuestras prioridades, ya sea alcanzar un puesto de trabajo, superar un curso que nos aporte crecimiento o simplemente ir al gimnasio para mantenernos en forma.
Evidentemente para el proceso de planificación tenemos en cuenta el tiempo en que necesitamos que sean superadas las acciones, pues a medida que las vamos cumpliendo agregamos próximas metas. El plan de acciones tiene la función de registrar objetivos tanto a corto como a largo plazo; lo más riguroso que podemos exigirnos para su cumplimiento es la disciplina.
Fuentes de motivación.
Durante nuestra fase de pensamiento interno autoanalizamos nuestras motivaciones, ¿Que nos falta por conquistar para sentirnos realizados como persona? Todos los logros requieren de disciplina y esfuerzo pero principalmente demandan una motivación, algo que nos llame la atención desde nuestro interior. Muchos elementos pueden ser motivantes para la vida, la necesidad de aprender nuevos conocimientos, un viaje donde intercambiemos con otras culturas, o conocer a alguien que simplemente nos abra una puerta diferente. Principalmente a través de nuestra motivación activamos nuestro sentido creativo para enrumbarnos por las mejores decisiones; tienes muchas fuentes de motivación, pero ¿claramente una buena motivación influye en nuestra capacidad de tomar decisiones?
Pensamiento critico.
A la hora de definir nuestras metas es recomendable guiarnos por el pensamiento critico que se mantiene constantemente cuestionando si estamos o
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