Transcripción La celulosa
En principio la celulosa pareciera ser un compuesto raro a la hora de hablar de nutrición, esto si tenemos en cuenta que la mayoría de los mamíferos, incluyendo el ser humano, no pueden descomponerla y aprovechar de esta algún valor nutritivo.
Siendo uno de los elementos más presentes dentro de la vida vegetal, ha despertado en muchos amantes de la nutrición, un interés especial en ella y lo que pudiese aportarnos a nivel dietético. Siendo así que cada vez más, se han realizado más estudios para valorar las formas más convenientes para obtener algún provecho de esta.
Para conocer más sobre este peculiar compuesto, te invitamos a adentrarnos en la siguiente guía, donde repasaremos los conceptos básicos que la distingue y su utilidad dentro del campo de la alimentación saludable.
¿Qué es la celulosa?
La celulosa es una molécula que se compone por tres elementos principales, oxigeno, carbono e hidrógeno. Como decíamos en un inicio, se puede encontrar prácticamente en cualquier elemento de la vida vegetal, almacenándose en las paredes de estos.
El cuerpo humano es incapaz de descomponerla, por lo que su aporte nutritivo es nulo para el organismo. Esto significa que ingerir celulosa no te suministrará nutriente alguno ni calorías que tu cuerpo pueda aprovechar para realizar sus funciones naturales.
Utilidad
Llegado a este punto es normal que te preguntes qué utilidad puede tener entonces la celulosa, si no aportan ningún valor nutritivo y nuestro organismo no es capaz de descomponerla.
Lo cierto es que no sería para nada útil de no ser por su gran valor como fibra dietética, lo que la convierte en un aditivo de gran importancia a la hora de elaborar una dieta enfocada en la pérdida de peso. Al no aportar calorías no puede engordar, y como fibra ayuda a saciar el hambre con gran facilidad, producto a su gran volumen y facilidad para ser digerida.
Por lo que el uso que se hace de la celulosa es meramente como aditivo. Se le añade a distintos productos y comidas para aumentar el volumen de esta y generar una sensación de saciedad, que nos ayuda a no tener que ingerir mayores cantidades de comidas para saciar el hambre, ya que independientemente de la cantidad de fibra que ingieras, esta no te aportará caloria alguna, por lo que no puedes engordar comiendo celulosa pero si puedes satisfacer tu apetito.
Advertencia
Existen diversas advertencias sobre el abuso de este tipo de aditivos, no solo la celulosa sino el de las fibras en general. Bien usado puede ser de gran utilidad a la hora de perder peso, pero el abuso de esta puede generar un déficit nutricional para nuestro cuerpo, ya que al no tener valor nutricional alguno, puede saciar nuestro apetito pero no aportar a los compuestos que necesita nuestro organismo para mantenerse saludable.
Si tienes pensado realizar algún tipo de dieta, que potencie el uso de estos aditivos, procura tener asistencia profesional para que tus comidas cuenten con el balance nutricional adecuado que te permita mantenerte saludable. No son pocos los casos registrados de personas que incrementan significativamente el consumo de fibra en sus comidas para no engordar y descuidan mantener una alimentación altamente nutritiva, lo que se traduce a largo plazo en un déficit nutricional que puede provocar graves afectaciones para nuestra salud.
La celulosa como compuesto sencillo de obtener puede ser de gran utilidad y de bajo costo, lo más importante es que cuentes con la información necesaria que te permita distinguir entre las características y funciones nutritivas de un tipo de elemento como este, y otro que si esté enfocado en el balance de nutrientes que demanda el organismo.
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