Transcripción Alimentación del niño entre 1 y 3 años
A partir del primer año de vida los niños comen prácticamente de todo, y deben haber abandonado, las papillas y los purés; momento ideal para probar otras maneras de preparación, otros sabores y otras texturas, con el fin de diversificar sus preferencias alimentarias y reducir las manifestaciones de rechazo a determinados platos.
Después del año, los niños se incorporan poco a poco a la dieta familiar, imitando a sus padres, hermanos y demás personas próximas, constituyendo una oportunidad excepcional para educar en los pequeños, el gusto por la variedad en el menú, la preferencia por los alimentos saludables, la moderación en las cantidades a ingerir, y el ambiente familiar acogedor, creado en torno a las comidas.
Los hábitos alimentarios que se establecen en la primera infancia perduran en el tiempo y contribuyen a la prevención de padecimientos a lo largo de la vida, como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
En esta presentación vamos a conocer las características fisiológicas y del desarrollo del niño entre 1 y 3 años que nos ayuden a adecuar su dieta a las necesidades de energías y nutrientes durante esta etapa.
Peculiaridades del desarrollo del niño entre 1 y 3 años de edad que influyen en su alimentación
La erupción dentaria permite que el niño esté en condiciones de comer alimentos con una mayor consistencia ─molida, picada y en trozos blandos─. Después de los dos años el niño debe poseer todos los morales por lo que estaría en condiciones de masticar adecuadamente los alimentos enteros.
Entre 1 y 3 años el niño se encuentra en una etapa de transición de crecimiento muy rápido que ocurre durante los primeros meses de vida y el periodo de crecimiento estable y moderado que se establece a partir del tercer año de vida.
Como podemos ver entre el año y los tres años de vida el ritmo del crecimiento del niño se va desacelerando, aunque todavía es alto con respecto a la etapa posterior. Esto puede provocar:
- La reducción de las demandas de energías.
- Disminución del apetito.
- Puede darnos la sensación de que el niño está comiendo menos de lo necesario.
Los órganos y sistemas involucrados en la digestión y absorción de nutrientes ya poseen un grado de madurez que le permiten asimilar alimentos más complejos; además, paralelamente se va produciendo una maduración neuropsicológica que posibilita el desarrollo de las habilidades motoras necesarias para una correcta alimentación.
Se incrementa la masa muscular y el depósito de mineral en el tejido óseo; funciones que demandan sobre todo de suficientes proteínas, vitaminas, minerales y grasas saludables.
Se aceleran los procesos de aprendizaje del lenguaje, se amplian las relaciones afectivas y la asimilación de las costumbres y hábitos alimentarios; por ejemplo: manifiesta sus preferencias y aversiones a determinados alimentos.
La cantidad de alimentos que ingieren es variable de una comida a otra, por lo general después de una abundante se produce otra de menor cantidad. También son variables sus gustos, por lo que con frecuencia no aceptan alguno de sus alimentos favoritos y prefieren alguno de los que hasta hace poco tiempo rechazaban.
Durante este periodo se produce el ingreso de muchos niños a las guarderias donde se familiarizan con nuevos alimentos y desarrollan sus gustos; además, adquieren por la intervención de los educadores y la imitación de sus compañeros nuevas habilidades para comer, perfeccionando el manejo de los cubiertos y del vaso para beber.
Distribución de las comidas a lo largo del día
Las calorías deben repartirse a lo largo del día en 5 o 6 comidas con horarios regulares. Además en las comidas principales debe comenzar a sustituirse el plato único, por la comida compuesta por tres platos: primero, segundo y postre.
Recomendación para distribuir las calorías a lo largo del día
El desayuno debe aportar alrededor del 20% de las calorías que consuma el niño a lo largo del día. Se sugiere que el desayuno contenga siempre:
- Un líquido, preferiblemente leche materna o fórmula infantil con cereales, sin azúcar.
- Pan integral y una fruta fresca cortada en pequeños trocitos.
A media mañana se le debe ofrecer al niño un alimento que aporte alrededor del 10%de las calorías diarias y agua. Por ejemplo: Un rebanada de pan con una cucharadita de aceite de oliva, o requesón; o un puñadito de frutos secos machacados.
La comida─alrededor de la 1 de la tarde─ debe aportar alrededor del 30% de las calorías diarias y agua. Las comidas deben contar la siguiente estructura:
- Un primer plato compuesto por verduras, o purés de tubérculos ─patata, batata, calabaza, etcétera─ o mixtos.
- Un segundo plato ─pescado, huevo, carne, legumbres─acompañado de una guarnición ─pan integral, pasta integral, arroz integral, etcétera─
- Una fruta fresca como postre y agua.
La merienda ─alrededor de las 3 de la tarde─ debe aportar alrededor del 15%del total de las calorías. La merienda puede consistir en leche materna, fórmula infantil o yogurt natural sin azúcar.
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