Transcripción Las dietas hipocalóricas
El sobrepeso y la obesidad se pueden definir como una excesiva acumulación de grasa o tejido adiposo en el cuerpo. La obesidad es considerada una enfermedad crónica, de complicada naturaleza que constituye un factor que incrementa las posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial, y ciertos tipos de cáncer.
La combinación del ejercicio físico y el consumo de una dieta equilibrada con energía controlada, son las vías más efectivas para reducir el sobrepeso y la obesidad, ya que provocan la pérdida de grasa corporal y contribuyen al mantenimiento de la masa muscular, evitando el incremento del peso, cuando se retorne a la dieta habitual.
Dietas hipocalóricas equilibradas: son dietas encaminadas a limitar los alimentos que aportan calorías a nuestro cuerpo, para lo cual se evalúa el metabolismo y las necesidades del paciente, con el fin de establecer una serie de menús diarios, que aporten menos calorías de las que se queman con la actividad física, provocando que nuestro organismo obtenga de la grasa corporal, la cantidad de calorías restantes, para cubrir sus necesidades energéticas.
La dieta es una herramienta terapéutica para combatir el sobrepeso y la obesidad, por lo cual, debe estar elaborada y controlada, por un personal sanitario cualificado, que le indique a un individuo concreto, las pautas a seguir con la alimentación y el ejercicio físico, para lograr las pérdidas de peso recomendadas o necesarias, sin poner en riesgo la salud del paciente.
Características de las dietas hipocalóricas equilibradas.
Deben aportar menos calorías de las que nuestro organismo necesita, manteniendo el suministro de todos los nutrientes necesarios. Las dietas deben estar individualizadas, teniendo en cuenta algunos aspectos como el estado de salud, la cantidad de peso que necesita reducir, la edad y el sexo.
Deben planificarse actividades físicas que ayuden en la reducción del peso y a mantener la masa muscular, que tiende a disminuir cuando se consumen dietas hipocalóricas. No deben cambiar drásticamente nuestros hábitos alimentarios. Se deben adoptar hábitos más saludables, pero, poco a poco, para lograr la adecuada aceptación.
La reducción del peso debe ser a largo plazo, para evitar dietas muy restrictivas que no aporten los niveles de nutrientes necesarios. Deben incluir alimentos de gran densidad de nutrientes, como la leche descremada, las verduras y hortalizas. Pueden constituir un riesgo para la salud, por lo que se recomienda, sean orientadas por especialistas en nutrición.
Papel de la actividad física en la efectividad de las dietas hipocalóricas equilibradas
Uno de los principales inconvenientes de las dietas hipocalóricas, es la reducción de la masa muscular, lo que provoca la disminución del gasto energético diario. Para evitar la pérdida de masa muscular, se recomienda la realización de actividades físicas, por más de 30 minutos diarios. Ejemplo: la realización de ejercicios aeróbicos.
La práctica de deportes o la realización de actividades físicas, provoca una mayor sensación de bienestar general, evitando la aparición de ansiedad, depresión, y otros estados de ánimo que favorecen la ingestión descontrolada de alimentos. El ejercicio físico realizado regularmente mejora la auto-estima del individuo, facilitando las modificaciones en el estilo de vida y los patrones de consumo.
Riesgos a la salud que provocan el consumo de dietas hipocalóricas
Las dietas hipocalóricas pueden provocar el debilitamiento del sistema inmunológico cuando se reducen demasiado las ingestas de calorías, y se deprimen los niveles de energía en el organismo, este lanza una señal de estrés, que libera la producción de cortisol, hormona esteroidea, que dentro de sus funciones principales tiene, la de suprimir el sistema inmunológico, abriendo las puertas a las enfermedades infecciosas.
Manifestaciones de agotamiento físico extremo: la producción elevada de cortisol de forma continuada, provoca que las glándulas suprarrenales, encargadas de su secreción, se agoten, y como consecuencia, se produce la carencia de la hormona, manifestándose la sensación de cansancio y agotamiento físico extremo.
Deficiencias de nutrientes: las dietas con reducciones superiores a 1000 kilocalorías diarias, pueden provocar deficiencias de nutrientes, que afecten a la salud con distintos grados de seriedad y distintas manifestaciones clínicas.
Contraindicaciones absolutas de las dietas hipocalóricas
Durante el embarazo y la lactancia materna. Individuos con antecedentes de bulimia o anorexia nerviosa. En pacientes con enfermedades como el lupus eritematoso sistémico, enfermedad de cushing, cáncer, y diabetes tipo 2. Deben tomarse precauciones y realizar un estrecho seguimiento, en pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva, hipertensión arterial, y angina de pecho.
Otros tipos de dietas hipocalóricas
Dietas de muy bajo contenido calórico o ayuno modificado: se caracterizan por ser muy bajas en calorías, aportando solo entre 400 y 800 kilocalorías diarias. Representan un considerable riesgo para la salud.
Dietas hipocalóricas desequilibradas: se caracterizan por los desequilibrios en el contenido de macronutrientes, existen diferentes tipos, en función del porcentaje del macronutriente que se modifique. Representan un considerable riesgo para la salud.
Dietas milagro: son dietas que se difunden a través de medios de comunicación no especializados, elaboradas sin las adecuadas evidencias científicas, que se difunden generalmente, utilizando frases que prometen resultados prácticamente imposibles de lograr. Representan un alto riesgo para la salud.
Otras dietas hipocalóricas no recomendadas: dietas disociativas, dietas excluyentes, dietas cetogénicas, dieta de la sopa, dieta del grupo sanguíneo y dieta de la luna.
Las dietas milagro
Son dietas ineficaces o peligrosas, sin un basamento científico demostrado, que se difunden utilizando estrategias variadas y argumentos seudocientíficos para convencer de sus bondades, como por ejemplo:
- Prometen la pérdida de peso rápida, “más de 5 kilogramos por mes”.
- Afirman que son “completamente seguras”, o “sin riesgos para la salud”.
La mayoría de las dietas milagro son muy restrictivas en calorías, lo que puede ocasionar los siguientes trastornos a la salud:
- Provocar deficiencias de proteínas, vitaminas y minerales, por la falta del consumo de algunos alimentos.
- Favorecen la aparición de trastornos del comportamiento alimentario, como la anorexia y la bulimia.
- Al abandonar estas dietas, se produce la rápida recuperación del peso perdido, ya que no contribuyen con el cambio del estilo de vida y de los hábitos alimentarios que provocaron la obesidad.
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