Transcripción Aprende a decir que no
¿Cómo poder decidir entre una buena y una mala elección? Nuestro trabajo como Coach se basa en las relaciones interpersonales como tema fundamental y los negocios en este caso. Estar constantemente intercambiando con los clientes y el personal de trabajo, estar en función de sus necesidades naturalmente nos hace ver como una persona muy positiva, pero ¿cómo decir que no en los negocios? Como podemos entender no todos los negocios son buenos; en ocasiones cabiamos de opinión con respecto a algún acuerdo y es correcto considerar nuestras decisiones. Los clientes siempre acuden en busca de su solución pero cuando esa solución no representa un buen negocio para nosotros es mejor decir que no sin miedo.
Clientes problemáticos.
Como primer ejemplo de situaciones en las que es mejor negarse cuando estamos ante un cliente que identifiquemos como problemático. Lo mejor durante el trabajo es evitar todo tipo de percances y situaciones que representen un problema; con nuestra experiencia en el terreno y los años aprendemos mediante la intuición a identificar buenos y malos negocios, es necesario por nuestra parte saber defender nuestra empresa de conflictos evitables. Cuando estamos en presencia de un cliente problemático la mejor estrategia es decir que no de antemano para ahorrarnos malas experiencias, pero de todas formas es necesario actuar con inteligencia para mantener la imagen y reputación de la empresa.
Profesionalidad.
Imagina que tenemos frente a nosotros una propuesta que no podemos cubrir en fecha o no contamos con el conocimiento para dar solución correctamente. Tal vez por no perder al cliente intentamos asumir una propuesta de difícil envergadura para nuestra empresa, siempre es mejor decir que no a tiempo antes de involucrarnos en un reto imposible. Como parte de nuestro código de profesionalidad de Coach es recomendable negarnos inteligentemente para no ser insuficientes ante los clientes que estén pagando por un servicio. La profesionalidad no solo incluye nuestra capacidad de asumir retos, sino la inteligencia de saber negarnos ante una batalla perdida.
Visión critica.
Ya que somos la visión critica de nuestro propio negocio, si tenemos un equipo de trabajo debemos saber decir que no a juicios equivocados de nuestros compañeros respecto a los negocios o su administración. Tal vez por una cuestión de respeto introvertido o por mantenernos siendo una persona de agrado para los demás permitimos cambios o decisiones que pueden perjudicar a la empresa a largo plazo. Los errores son algo natural en los seres humanos y forman parte del proceso de aprendizaje pero es mejor poder corregirlos antes de ver daños mayores. Incluso cuando decimos que no a nuestro equipo de trabajo con argumentos importantes activamos en ellos la visión critica ante un buen o mal paso.
La productividad.
Nosotros como Coach llevamos el timón del negocio, cuando no sabemos decir que no a tiempo perdemos el foco de nuestro objetivo principal. Al acceder a una voluntad que no nos interesa el impetu en el trabajo no es igual y dicho impetu afecta la productividad laboral alejándonos de nuestra voluntad. La productividad aumenta en sentido de nuestra motivación con las propuestas que aceptamos y de la misma forma decrece cuando una propuesta carece de interés para nosotros, sabiendo esto es mejor aceptar solo lo que nos motive al trabajo. Es recomendable dedicar nuestros esfuerzos solo a proyectos que representen un beneficio para la productividad del negocio.
Tratos desfavorables.
Una persona constantemente negativa no es muy favorable para los negocios, pero ante tratos desfavorables o poco rentables negarse puede ser la mejor opción. Una de las consecuencias de no saber decir que no es la pérdida de tiempo que podemos dedicar a actividades de más interés; nuestro tiempo es un recurso muy preciado y saber su valor nos puede ser ventajoso para aprovechar otras oportunidades a la cual nos dedicamos. Las pérdidas de dinero es un problema que no podemos tener en nuestro negocio, al aceptar tratos desfavorables por compromiso corremos el riesgo de afrontar dificultades económicas que afectan nuestras finanzas.
Beneficio de
decir no