Transcripción La mentalidad en los negocios
La mentalidad es uno de esos conceptos que suelen ser más complejos de lo que parecen a primera vista. La mentalidad no es un pensamiento o creencia determinada, sino todo un complejo sistema de concepciones, actitudes y pensamientos que se interrelacionan para darnos una perspectiva de los acontecimientos presentes y futuros. Tener la mentalidad adecuada para cada situación no es más que prepararnos a nivel psíquico y espiritual para afrontar con determinación cada uno de los retos que se van suscitando.
Teniendo en cuenta la importancia que reviste este tema para nuestro desarrollo personal a la hora de enfrentarnos a un nuevo proyecto, estaremos abordando algunas de las cuestiones básicas que te ayudarán a formarte una mentalidad adecuada para cada reto que debas enfrentar.
Preparación
Una de las cuestiones básicas en torno a la mentalidad es la preparación. La preparación implica un intento de predecir los acontecimientos futuros y el escenario al que deberemos enfrentarnos. Por ejemplo, si sabemos que debemos presentar nuestro proyecto ante un grupo de inversores, una forma eficaz de mentalizarnos correctamente es prepararnos tomando en cuenta el escenario más realista al que nos podemos enfrentar. Para ello debemos imaginarnos cuáles son las cosas que podrían salirnos mal y cómo debemos reaccionar en caso de que esto ocurriera.
Podemos hacernos la idea de que nos rechazaran el proyecto, que nos pidiesen más participación por menos inversión, que nos pongamos nerviosos, etc. Cuando nos hacemos estos escenarios en la cabeza nos vamos mentalizando sobre nuestras reacciones y decisiones al respecto. De llegar a ocurrir, ya teniamos aceptada esa posibilidad y habiamos practicado una especie de ensayo sobre cómo nos comportariamos para sacar el mayor beneficio posible, por lo que prepararnos es clave a la hora de formarnos una mentalidad adecuada.
Manejar distintas opciones
Otra recomendación importante respecto a la mentalidad es saber manejar siempre más de una opción. Como habiamos explicado anteriormente, la preparación implica predecir distintas posibilidades adversas y ensayar con tiempo nuestras reacciones y decisiones al respecto. Manejar distintas opciones en este caso se refiere a contar con alternativas tanto para cuando las cosas salen bien como cuando salen mal.
Siguiendo el ejemplo anterior, donde nos hacíamos el escenario de una negociación con inversores, una buena forma de crearnos una mentalidad adecuada es la de tener opciones para los casos en los que ganemos y los casos en los que perdamos. Supongamos que aceptasen nuestra oferta inicial, cuál sería el siguiente paso a seguir, en qué vamos a invertir el dinero y cómo lo haremos rendir correctamente.
Cuando tengas claro cómo actuarás en caso de que se acepten la oferta, debes hacer lo mismo para el caso en el que sea rechazada. Si es rechazada la oferta ya debes tener otra opción de inversión, una nueva oferta o
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