Evita los prejuicios hacia tus clientes

Durante el desarrollo de la presente guía estaremos abordando algunos de los temas más importantes relacionados con el trato hacia los clientes y el impacto de las primeras impresiones. Las sesiones iniciales de coaching con nuestros clientes son esenciales porque funcionan a modo de descubrimiento para ambas partes, en este punto es normal que cometamos algunos errores, como puede ser el caso de prejuzgar a nuestros clientes sin antes contar con los elementos suficientes para formarnos un perfil acertado sobre estos.

Los prejuicios son muy dañinos a la hora de crearnos opiniones o comenzar a descubrir a una persona por primera vez. A causa de los prejuicios, generamos escenarios que se apartan de la realidad, sesgando nuestro modo de actuar y condicionándonos por elementos que carecen de coherencia y nos son objetivos con lo que iremos descubriendo según sigamos interactuando.

Teniendo en cuenta la importancia que encierra estos elementos para el desarrollo de las habilidades comunicativas de todo coach, repasaremos algunos los elementos básicos relacionados con los prejuicios hacia los clientes.

¿Qué son los prejuicios?

Prejuzgar significa realizar suposiciones sobre un suceso o persona determinada sin contar con los elementos necesarios para ello. Mediante los prejuicios estamos adelantando el proceso cognoscitivo que encierra el hecho de conocer a fondo a una persona. Prejuicio es exactamente eso, juzgar antes de tiempo. Los prejuicios son altamente problemáticos porque crean impresiones desacertadas de la realidad, por lo que nublan nuestra capacidad de raciocinio e intervienen en nuestras relaciones interpersonales.

Las personas prejuiciosas suelen descubrir su error cuando se toman el tiempo necesario para intercambiar a fondo con la persona que han prejuzgado. Lamentablemente los prejuicios son más comunes de lo que parecen y suelen ser disfrazados bajo expresiones como “primeras impresiones”

Las primeras impresiones por lo general solo son prejuicios sin fundamentos, es muy poco probable que podamos construir un perfil mínimamente correcto sobre cualquier persona solo tomando en cuenta los primeros intercambios.

Los primeros intercambios no son los más útiles

Los primeros intercambios no resultan de mucha utilidad a la hora de conocer a un cliente y formarnos un perfil sobre este. Cuando un cliente acude a un coach y comienza a establecerse una relación profesional entre ambos, se generan una serie de sucesos que atentan contra la espontaneidad de la comunicación. Entre el coach y el cliente, durante las primeras sesiones de coaching, median factores como la timidez, nerviosismo, incomodidad, expectativas, falta de confianza, inseguridades, etc.

Esto provoca que la relación que se suscita durante los primeros intercambios no pueda fluir de forma natural o en un ambiente de confianza. Es esta la razón por la que no debemos guiarnos por las primeras impresiones.

Utiliza los primeros intercambios para generar confianza

Sabiendo ya que los primeros intercambios que llevamos a cabo con nuestros clientes no resultarán de mucha utilidad para poder descubrir a fondo el perfil de este, es que se recomienda aprovechar estos intercambios para comenzar a generar un ambiente de confianza que nos ayude a obtener información real sobre el cliente. Durante los primeros intercambios, procura ser abierto y dejar que tu cliente pueda conocerte al menos en los aspectos más generales. Casi todos estamos más dispuestos a contar sobre nosotros cuando hemos recibido algo de la persona con la que estamos tratando.

Siendo generosos en la forma en la que intercambiamos con el cliente, vamos creando el espacio propicio para que las siguientes sesiones sean mucho más reales y fluyan de forma natural. Evita los formalismos excesivos que dirigen la conversación hacia las apariencias, recuerda que lo que estás buscando es que el cliente te muestre su cara más real.

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