Transcripción Terminar las cosas que empezamos
En la presente guía estaremos abordando un aspecto de suma importancia en el desarrollo personal de cada emprendedor. Probablemente todos en algún momento hemos iniciado proyectos, acciones e ideas que luego han sido abandonadas o postergadas eternamente. Terminar las cosas que empezamos es una muestra de disciplina y respeto hacia nuestro trabajo, saber concluir con nuestros proyectos, aunque estos no tengan el final que esperamos, es muy necesario para poder iniciar nuevos emprendimientos sin tener que cargar con responsabilidades pasadas, que tarde o temprano pueden salir a relucir y alterar nuestro presente.
A continuación estaremos hablaremos sobre algunos de los puntos claves sobre este tema, que resulta ser un fenómeno muy común entre aquellos que comparten el ánimo y el amor por el emprendimiento.
Poner fin a lo viejo antes de empezar con lo nuevo
Empezar proyectos nuevos dejando otros atrás sin terminar es una práctica que denota falta de disciplina y seriedad. Generalmente ponemos mucha pasión y entusiasmo al inicio de cada proyecto, pero cuando las cosas no salen como esperamos o resulta que el trabajo se vuelve monótono, lento o aburrido, solemos abandonar nuestros esfuerzos para encausarnos en nuevas metas.
Este hábito por lo general tiende al fracaso constante, porque un negocio se trata de disfrutar los momentos apasionantes y divertidos, pero saber lidiar también con los adversos, los que nos aburren o nos provocan malos ratos.
Cuando simplemente abandonamos un proyecto a su suerte, también dejamos atrás a todos aquellos que nos dieron la mano en algún momento, los que escucharon nuestra idea y pusieron sus esperanzas en ella.
¿Qué implica finalizar un proyecto?
Finalizar un proyecto no implica necesariamente que tengas que llevarlo a cuesta aun cuando no muestra perspectivas favorables. Evidentemente hay cosas que salen bien y otras que salen mal, lo importante es estar consciente de que has hecho todo lo necesario para descartar cualquier posibilidad de obtener mejores resultados de los que ya has conseguido. Es válido renunciar a un proyecto si este no muestra perspectiva alguna de éxito, una renuncia a tiempo puede ahorrarte capital, tiempo y energía en algo que no dará frutos.
El problema está en no intentarlo, en hacer de esto una práctica en la que cada vez que las cosas no salgan bien abandonas todo y empiezas otra cosa desde cero.
Es mejor finalizar que postergar
Postergar en la mayoría de los casos se convierte en no terminarlo nunca. Cuando postergamos un proyecto, por lo general este termina olvidado, porque es natural que el mercado evolucione, nos comience a atraer nuevas ideas o que las condiciones sobre las que habiamos emprendido ese proyecto cambien de forma radical. Es mucho
terminar cosas empezamos