Transcripción Sé tu propio coach
¡Muy buenos días! Hemos estado intercambiando una gran cantidad de información que podemos empezar a implementar. Cada persona lo hará a su ritmo, según sus circunstancias y experiencias. Algunos pueden estar ya inmersos en el ámbito empresarial y encontrar en esto un estímulo adicional, mientras que otros apenas están iniciando su camino en el mundo de los negocios.
Nos estamos formando como coaches profesionales de negocios, con el objetivo de guiar a las empresas y a sus miembros hacia el éxito, ofrecer consultoría y fomentar relaciones interpersonales más saludables. Sin embargo, a medida que avanzamos, surge una inquietud: ¿cómo saber si estamos en la dirección correcta? Mi papel es guiar, pero, ¿quién me orienta a mí? ¿Cómo puedo convertirme en mi propio coach?
Cómo ser tu propio coach
En la actualidad, todos deseamos alcanzar nuestras metas con mayor eficacia y determinación, haciendo del camino hacia el éxito una realidad palpable.
Ser tu propio coach implica aceptar el desafío de liderarte a ti mismo y enfrentar tus propias barreras, un proceso que requiere reeducación. Este camino despierta tu intuición a través del autoconocimiento y la autorreflexión, permitiéndote gestionar tus pensamientos en todos los aspectos de tu vida. Adoptar este rol te ayudará a reconocer tus fortalezas en lugar de enfocarte en tus limitaciones.
Al sumergirte en este proceso, te darás cuenta de la importancia de establecer orden y control en tus hábitos diarios y aprender a manejar tu tiempo. Ahora, te has convertido en tu propio jefe, por lo que es crucial que te exijas lo necesario para llegar a donde deseas; nadie más lo hará por ti.
La maquinaria del coaching
Es fundamental entender que el proceso de coaching es una cuestión de constancia. Constantemente estamos manejando información y explorando nuevas formas de resolver conflictos, y durante este extenso camino hacia el aprendizaje, la única limitación que existe eres tú mismo. Antes de poner en marcha esta "maquinaria", es vital asegurarte de que está en óptimas condiciones. Te propongo reflexionar sobre algunos aspectos para trabajar desde un cuestionamiento interno, cultivando la concentración y el equilibrio necesarios para fortalecer tu voluntad y mejorar tu estado emocional. En otras palabras, engrasa tu maquinaria interna.
Tu estado emocional actual
Lo primero que debes hacer es una revisión interna de tu situación emocional. Identifica qué factores te impulsan a avanzar y cuáles te frenan. Generalmente, tu estado emocional influye en tu capacidad para desarrollarte. Por ejemplo, si recibes buenas o malas noticias de tu entorno familiar, amistades o negocios pasados, es crucial que reconozcas cómo esto puede impactar tu motivación para emprender. Aunque no siempre seas responsable de tu estado emocional, sí lo eres del tiempo que decides permanecer en él.
Definir prioridades en los objetivos
Establecer prioridades en tus objetivos es esencial para tu progreso. Puedes tener numerosas metas en tu proyecto empresarial o en tu vida personal, pero al definir claramente tus objetivos, podrás organizarte y centrarte en los más urgentes. Esto te ayudará a avanzar con confianza y sin prisa. También es recomendable hacer una autoevaluación de tu rendimiento y el proceso después de un tiempo determinado.
Analizar las dificultades
Es normal sentir miedo al fracaso cuando surge la idea de emprender. No permitas que las dificultades te desanimen. En lugar de eso, reconoce los desafíos y busca soluciones efectivas para las necesidades de tu negocio. Siempre habrá una respuesta si te mantienes en un estado de calma y reflexión. Las adversidades son oportunidades para poner a prueba tu madurez y tu capacidad para encontrar otras rutas hacia tus metas. Lo más importante es aprender de cada experiencia sin detenerte en el camino.
Organiza tu tiempo y acciones
Ser organizado con tus horarios y fechas es clave. Tener un calendario con fechas de inicio y finalización para tus tareas facilitará tu trabajo y te ayudará a establecer un equilibrio entre tu vida profesional y personal.
Además, te permitirá cumplir tus metas y avanzar en tu crecimiento. Serás el dueño de tu tiempo y, por ende, de tu bienestar. Mantener esta disciplina puede ser complicado, pero es fundamental respetar el orden que estableces en tus planes, ya que eres el jefe, la empresa y el empleado; tú eres tu propio coach.
Preparar un plan para momentos de crisis
Al igual que elaboras un plan optimista, es crucial tener un plan alternativo para enfrentar crisis, ya sean económicas o emocionales. No se trata solo de prever el éxito; también hay que considerar qué hacer si fracasas o si ocurre un evento inesperado que escapa de tu control. Ser realista implica aceptar que no siempre todo saldrá bien y prepararse para lo inesperado.
Pide ayuda
A pesar de ser precavido, no estamos exentos de cometer errores. Es natural saber cuándo necesitamos ayuda en áreas donde no tenemos la experiencia necesaria. Puedes buscar asistencia profesional de otros coaches o apoyarte en familiares y amigos, quienes pueden ofrecerte valiosos consejos basados en sus experiencias. Recuerda que siempre hay algo que aprender de quienes nos rodean; cada persona puede aportar algo significativo a tu crecimiento personal y profesional.
La motivación es un factor esencial para mantener la disciplina. Ser tu propio coach no es una tarea sencilla, pero cuando logras mantener un estado de ánimo consciente y disciplinado frente al reto que asumes, será más fácil ayudar a otros en su propio camino hacia el éxito.
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