La percepción de la realidad (I)

Hemos visto la importancia del aprendizaje, así como el papel del autoconocimiento en la consecución de objetivos reales y resultados duraderos. Además, es fundamental comprender la relación entre el hábito y la motivación positiva como fuerza revitalizadora para el progreso y los nuevos desafíos. Como facilitadores o coach de vida, debemos tener en cuenta estos elementos en nuestro trabajo.

La realidad que percibimos es una construcción basada en nuestra experiencia y desarrollo personal. Por ejemplo, los caballos existen, pero nuestra percepción de ellos estará influenciada por lo que hemos vivido y aprendido sobre ellos. Este mismo principio aplica a nuestras interacciones, como cuando discutimos con una pareja. En ese momento, no solo somos nosotros y la otra persona, sino también nuestras experiencias y egos en juego.

El error de suponer

¿Qué pasa cuando rompemos un plato y nuestros padres asumen que somos torpes? Nos juzgan sin preguntarnos por qué ocurrió. Supusieron y no se molestaron en averiguar la causa. Solemos excusar nuestro comportamiento, pero no aplicamos la misma empatía hacia los demás. A veces, simplemente suponemos: "Quizás estaba cansado", y lo dejamos ahí, sin profundizar ni comprender realmente.

Las creencias

Existen creencias que no cuestionamos: "¿Un novio sin amigas? Raro. ¿Una mujer que no discute? Más raro." Estas creencias a menudo nos llevan a decepciones. El dicho "el que busca, encuentra" refleja esta tendencia a buscar fallos. Sin embargo, decepcionarse puede ser una bendición, pues nos ayuda a ver la realidad con mayor claridad. Ver más allá de nuestras creencias nos permite crecer y descubrir nuevas perspectivas.

El poder de las emociones

Las emociones nos reflejan a nosotros mismos y nuestras creencias. Albert Bandura, psicólogo en aprendizaje social, destacó la importancia de recompensar positivamente nuestras acciones. Si aprendemos a motivarnos desde adentro, logramos mucho más que cuando actuamos por presiones externas. No se trata de imponer metas demasiado altas, sino de confiar en nosotros y avanzar paso a paso.

Tu pasado no te define

Es fundamental entender que el pasado no nos define. Muchas personas se ven atrapadas en la negación del cambio, lo que les impide disfrutar de nuevas oportunidades. Nuestra misión como coaches es ayudarles a entender que no son víctimas de las circunstancias. El poder de cambiar está en sus manos, siempre que estén dispuestos a actuar.

La importancia del conocimiento

Un técnico en refrigeración cobró a una señora 400 € por presionar un botón que resolvía el problema de su nevera. Aunque parecía injusto, el verdadero valor estaba en su conocimiento: saber qué botón presionar y cómo solucionar el problema. Esta historia nos enseña que el conocimiento vale oro, pero también nos invita a reflexionar sobre nuestra capacidad para comprender realmente lo que vemos y escuchamos.

El juego de la percepción

Nuestra percepción de la realidad a menudo está condicionada por nuestras experiencias y creencias. Por ejemplo, al escuchar la frase "me encanta cómo me lo haces", cada persona podría interpretarla de manera diferente, dependiendo del contexto que asocie. Este "juego" de la percepción nos muestra la importancia de tener una mente abierta y no apresurarnos a juzgar.

Conclusión

Ser un coach de vida implica comprender que cada persona ve el mundo desde sus propias experiencias y emociones. Nuestro papel no es eliminar sus creencias, sino ayudarlas a entenderlas, desafiarlas y encontrar nuevas formas de pensar y actuar. Solo así podremos ayudarles a desbloquear su potencial y vivir una vida más plena y consciente.