Sé realista con tus clientes. No alimentes falsas expectativas

Elevar las expectativas de los clientes con el fin de atraer la atención de los mismos hacia tus servicios es una práctica muy recurrente entre aquellos que ejercen el oficio de coach de forma profesional.

Esta mala práctica puede conducir a la aparición de graves problemas, como pueden ser los asociados a la insatisfacción de las necesidades del cliente a causa de la generación de expectativas más grandes de las que nos encontramos capacitados para satisfacer.

A todo ello se le añade un componente ético-moral muy significativo, ya que usar recursos como estos daña de forma considerable la percepción que tienen tus clientes sobre la imagen de tu negocio.

Durante el desarrollo de la presente guía estaremos abordando algunos de los elementos que debes tener en cuenta a la hora de intercambiar con tus clientes de forma realista, sin fomentar falsas expectativas de tus resultados.

Las expectativas deben permanecer realistas

Las expectativas que nos fomentamos sobre algo no es más que la visión que nos hacemos sobre los posibles resultados que obtendremos una vez sucedan una serie de acontecimientos. Estas expectativas se alimentan de diversas fuentes, donde una de las que más peso tiene es la proveniente de los deseos y anhelos por lograr algo que ansiamos mucho.

Nuestro intercambio con el cliente debe ser lo más realista posible, aludiendo siempre a los posibles resultados que se pueden obtener desde el trabajo honesto, no con falsas ilusiones o engrandeciendo tus habilidades, ya que tarde o temprano la realidad se impone.

Cuando hables con tus clientes sobre los posibles resultados que podrán obtener mediante tus sesiones de coaching procura presentarlos con cierto margen positivo y negativo.

Exprésate desde la simultaneidad de resultados que podrá conseguir en dependencia del empeño y esfuerzo que dedique a la hora de enfrentar cada situación en concreto.

Ser realistas desde una visión positiva

No debemos confundir el ser realistas con ser negativos.

Evidentemente la realidad puede aportar un toque de negatividad si nos habiamos formado una visión muy idealista sobre los resultados esperados. Trabaja en brindar un diapasón de resultados que promuevan el pensamiento positivo, pero estén apegados a la realidad. De esta forma nuestras emociones permanecerán estables y no generaremos desaliento en nuestros clientes si los resultados obtenidos no son tan altos como esperábamos.

Prepara a tus clientes para la posibilidad de obtener resultados negativos

A veces ni poniendo todo nuestro empeño en solucionar un problema logramos obtener resultados positivos. Las situaciones de la vida se ven intervenidas por una serie de elementos fortuitos que alteran nuestro camino y pueden dar al traste con que nuestro trabajo no sea percibido de forma satisfactoria. La posibilidad del fracaso siempre está presente, incluso cuando lo tenemos todo a nuestro favor. Si somos capaces de preparar a nuestros clientes en la posibilidad de que los resultados no sean los deseados, lograremos prevenir problemas y reclamos posteriores que afecten la imagen de nuestro negocio y la opinión que los clientes expresan sobre nuestro desempeño.

Muéstrate siempre interesado en solucionar los problemas de tus clientes de forma proactiva, dando todo lo que tienes y poniendo todos tus recursos a disposición del interés de tus clientes. Si eres capaz de dar todo lo que tienes y que esto sea percibido por aquellos que han confiado en ti, los resultados no alterarán la visión que tengan los clientes, ya que estarán conscientes de que se ha hecho el mayor esfuerzo por optimizar al máximo los resultados.

Ser realistas implica también ser realistas con nosotros mismos. Es por ello que no debemos pecar de autosuficientes en el criterio de que siempre lograremos todos los objetivos de forma satisfactoria.

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