Organización de los espacios interiores

Después que el decorador realiza el croquis del plano de planta, donde anotó todas las dimensiones del local y representó todas las puertas, ventanas, columnas, vigas, desniveles, muebles, aparatos y accesorios que permanecerán dentro de la estancia, tiene que comenzar a transformar todos los elementos con que cuenta, para lograr un escenario que además de complacer al cliente propicie el bienestar y el desarrollo de todos los que lo habitaran.

La modificación del espacio debe realizarse, teniendo en cuenta las necesidades, aspiraciones y gustos del cliente, a los que se debe acceder a través de conversaciones amenas donde éste comunique las actividades que se desarrollarán en cada área; la circulación; el mobiliario, su distribución; el estilo; los materiales a emplear; los colores, la iluminación, las texturas y el ambiente general que desea; entre otros aspectos, que el decorador necesita conocer para definir con claridad el tipo y la calidad del espacio que debe lograr.

Conociendo las características físicas de los espacios con que se cuenta y con una idea clara de la función, el tipo y la calidad de los espacios a lograr; el decorador debe comenzar su tarea de diseño seleccionando y organizando el mobiliario, para adecuar las características de cada espacio disponible a los requisitos de los espacios necesarios.

La organización del mobiliario en el espacio debe centrarse en lo funcional, sin dejar de tener en cuenta las necesidades estéticas del hombre.

Aspectos a tener en cuenta para lograr espacios funcionales

• Al seleccionar los espacios que se adecuaran para el desarrollo de las distintas funciones, se debe considerar que ciertas actividades requieren privacidad, por lo que pueden quedar distantes, incluso aisladas; mientras otras, requieren estar adyacentes o próximas entre si y hasta pueden compartir espacios comunes.
  
• Al dividir en zonas los espacios interiores, se debe tener en cuenta la posición de las puertas, ya que éstas condicionan los lugares por donde transitaran las personas.
  
• El mobiliario y los aparatos deben agruparse por actividades especificas, teniendo en cuenta sus dimensiones y el espacio libre que requieren a su alrededor. Por ejemplo, los muebles para ver la tele deben colocarse teniendo en cuenta las dimensiones de la pantalla.
  
• La distancia entre los muebles debe respetar un adecuado distanciamiento social.
  
• La disposición del mobiliario debe favorecer la iluminación y ventilación de los locales.
  
• Se deben procurar la adecuada privacidad visual y acústica de los diferentes espacios.

¿Cómo aportar valores estéticos a los espacios?

Al seleccionar el mobiliario y demás elementos para un interior la escala y la proporción son principios determinantes. La escala se refiere a la correspondencia que debe existir entre el tamaño de un objeto y las dimensiones de otro similar estándar; mientras que la proporción alude a la armonia que debe existir entre las dimensiones de los diferentes objetos entre si y de estos con el espacio que los contiene.

Estudiar la estructura que rodea el espacio (las paredes, el piso, el techo, la forma general, etcétera) para colocar el mobiliario de forma tal que se logre una correcta interrelación entre ambos. Por ejemplo: una habitación cuadrada tiene la cualidad de ayudar a concentrar la atención en el centro del espacio; esta condición se puede reforzar o atenuar modificando la distribución del mobiliario:

• para reforzarla el decorador podría distribuir el mobiliario de manera simétrica radial alrededor de un elemento central.

• para atenuarla el decorador podría realizar una distribución asimétrica del mobiliario reforzándola con la colocación de un elemento que atraiga la atención (forma atrevida, color brillante, etcétera) relativamente alejado del centro.

Crear centros que concentren la máxima atención. En toda habitación debe existir un elemento dotado de cualidades que lo realcen por encima del resto. Los centros de máxima atención son más efectivos cuando tienen movimiento, colores, sonido, fragancias, etcétera. Por ejemplo: un televisor, un espejo, un elemento decorativo especialmente iluminado, una planta, una chimenea, una pared de cristal que permita observar un paisaje, etcétera.

Al organizar el mobiliario y demás elementos en una habitación deben formarse agrupaciones visuales con variedad de formas, tamaños, colores, y texturas que logren transmitir interrelación y unidad a través del manejo adecuado del ritmo, la armonia, el equilibrio y la luz.

Tipos de organización de los espacios interiores: Existen varios criterios que permiten clasificar los espacios interiores. A continuación nos referimos a dos de ellos:

• Teniendo en cuenta el uso que se hace del espacio disponible se clasifica en ajustada y holgada.
  
  La organización ajustada se utiliza fundamentalmente cuando el espacio con que se cuenta es reducido. Por ello en este tipo de organización se recomienda el empleo de muebles modulares hechos a la medida para disponer de más espacio libre.
  
  La organización holgada es posible cuando el decorador dispone de suficiente espacio. Este tipo de organización permite el empleo de una mayor diversidad de tamaños, estilos y tipos de muebles; además, posibilita reorganizar el espacio con facilidad.
  
• Teniendo en cuenta la forma en que se van a relacionar los espacios interiores con el exterior.
  
  La organización cerrada es aquella donde no existe relación de percepción con el exterior.

  La organización abierta es aquella donde existen aberturas que permiten la iluminación natural y la circulación del aire.