Transcripción La iluminación de interiores
La luz es un elemento esencial en la decoración de interiores ya que hace posible la apreciación de las formas, los colores, las texturas y beneficia el rendimiento visual, la motivación y el estado de ánimo de las personas.
La función principal de la iluminación es contribuir al desarrollo seguro, preciso y cómodo de todas las actividades que los usuarios desarrollen en los espacios interiores. Además, la luz, por su capacidad de modificar la apariencia de los elementos que conforman el espacio, puede orientar la atención de los usuarios hacia determinados puntos de interés para contribuir a la realización de la idea decorativa.
Para que el decorador logre dominar a la perfección su arte, tiene que emplear con habilidad la luz, por lo que necesita comprender sus propiedades físicas y sus efectos fisiológicos y psicológicos sobre el hombre; también debe mantenerse informado sobre los sistemas de iluminación que brinden más y mejores prestaciones con un costo razonable de montaje y mantenimiento y un uso racional de la energía.
Objetivos de la iluminación de los espacios interiores
- Dotar a las estancias de un nivel de iluminación general que le permita a los usuarios sentirse en un ambiente seguro y confortable al desarrollar las actividades para las que fue concebido el espacio interior.
- Crear espacios con niveles de iluminación especifica, acordes a las actividades que se realizaran en cada zona: cocinar, afeitarse, ver la tele, leer, escribir, etcétera.
- Utilizar las fuentes luminosas de acuerdo a los efectos estéticos que pretendemos lograr, por ejemplo: modificar la percepción de las dimensiones espaciales, destacar elementos dentro decoración, crear ambientes más sociales, románticos o intimos, etcétera.
Cualidades de la iluminación
Intensidad luminosa: Es la parte del flujo luminoso que se proyecta sobre un área especifica de la estancia. La intensidad luminosa depende de tres factores:
- De la cantidad de luz de la fuente que la produce. Eso significa que al seleccionar una bombilla debemos saber la cantidad de lúmenes (lm) que produce ─cuanto más lm produzca la bombilla mayor será la intensidad luminosa─.
- De la distancia de la fuente al área a iluminar. Cuanto más alejada esté la fuente, más débil será la intensidad luminosa en el área.
- Del ángulo que forman los rayos de luz sobre el área a iluminar. Cuanto más oblicuos incidan los rayos, más débil será la intensidad luminosa.
Luminosidad: Es la parte de la energía luminosa que se refleja en la superficie iluminada. El grado de luminosidad de las superficies depende del color y la textura de la misma. Por ello dos superficies que reciban iguales intensidades luminosas pueden provocar diferente luminosidad, por ejemplo: una superficie de color claro refleja más luz que una oscura; asimismo una superficie de textura lisa y brillante refleja más luz que una áspera y mate.
Contraste: Es el equilibrio que debe existir entre la luminosidad relativa del objeto que se está observando y la luminosidad general. Por ejemplo: sería difícil percibir los detalles de un objeto blanco brilloso en un entorno iluminado con una luz intensa y fria; asimismo ocurriria con un objeto oscuro en un entorno poco iluminado.
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Deslumbramiento: Es el fenómeno que se produce por el empleo de intensidades luminosas muy elevadas o por la ocurrencia de contrastes excesivos entre ambientes poco y ambientes bien iluminados. El deslumbramiento actúa sobre la retina, insensibilizándola durante un tiempo, provocando trastornos fisiológicos y molestias psicológicas.
Existen dos tipos de deslumbramientos:
- El deslumbramiento directo: este se produce cuando la luz perturbadora proviene de fuentes luminosas ─ventanas, lámparas─ que están dentro del campo visual.
- El deslumbramiento indirecto: este se produce cuando la luz perturbadora proviene de superficies brillantes ─superficies metálicas, vidrio, pinturas brillosas, etcétera─.
- Difusión de la luz: Es el fenómeno que se produce cuando los rayos de luz producidos por una fuente natural o artificial pasan a través de algo o rebotan en una superficie y se dispersan en distintas direcciones, o se difunden. Esta cualidad de la luz modifica tanto la atmósfera visual del espacio como la apariencia de los objetos iluminados; por ello, los decoradores deben emplear tanto las fuentes de luz difusa como las fuentes de luz concentrada en sus proyectos.
- Son fuentes de luz difusa la luz natural ─que entra a través de las ventanas, las puertas o paredes de cristal─ y las fuentes de luz artificial que se colocan en el techo de las estancias. Estas luces proporcionan una iluminación uniforme y libre de deslumbramiento, imprescindible para la visión general.
- Son fuentes de luz concentrada los reflectores o lámparas que iluminan una zona u objeto con muy poca difusión. La iluminación concentrada ayuda a percibir mejor los contornos, formas, texturas y sombras de determinados objetos dentro del conjunto decorativo.
Para generar acentos visuales y romper la monotonia que pueden provocar las fuentes de luz difusa el decorador debe utilizar también, fuentes de luz concentrada.
El color de la luz: El color de la luz es una propiedad que varia según la fuente de luz que empleemos. La apariencia de la luz ─su color─ se valora por la temperatura de color, esta se mide en grados kelvin (K). Se considera que las fuentes de luz cálida (más rojizas) poseen temperaturas del color alrededor de 2700 K; las neutras 4000 K y las fuentes de luz fría más de 5000 K. Por ejemplo:
- La temperatura de color de la luz de una vela es de aproximadamente 1500 K, valor aproximado al de la luz del día al amanecer.
- La de una bombilla incandescente es de 2700 K.
- La de una bombilla fluorescente 5500 K.
- Las fuentes de luz led pueden fabricarse con diferentes temperaturas de color ─desde las más cálidas hasta las más frias─.
- La temperatura de la luz al mediodia de un cielo despejado es de 10000 K.
El color de la luz interviene en la percepción de los objetos y en los estados de ánimo de los usuarios. Por ejemplo:
- Para crear un ambiente cálido, acogedor y relajante en una sala, el decorador puede seleccionar una luz blanca amarillenta de unos 2700 K.
- Sin embargo esa luz no sería apropiada para un cuarto de estudio o de lectura, donde se requiere una luz más fría de unos 5000 K, que además de mejorar la visión, nos estimule a estar despiertos, enérgicos y atentos.
- Asimismo, si lo que se propone crear es un ambiente romántico, sería ideal emplear una luz muy cálida de 1500 K, por ejemplo: la luz de las velas.
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