Escuchar a los Hijos: Clave para la Comunicación

Como padres, a menudo subestimamos la importancia de la escucha en nuestra relación con los hijos.

Aprender a escuchar puede resultar complicado, especialmente cuando estamos en una posición de autoridad. Al ser quienes tienen la autoridad en la relación padre-hijo, es fácil desconectarnos de lo que ocurre a nuestro alrededor y pensar que poseemos la verdad absoluta, minimizando así las opiniones de los más jóvenes durante un debate.

Esta actitud puede ser perjudicial, ya que nos aleja de la empatía y el respeto hacia nuestros hijos. A menudo creemos que actuamos en su beneficio, pero no nos tomamos el tiempo para comprender realmente lo que ellos desean.

A lo largo de esta guía, profundizaremos en la relevancia de escuchar a nuestros hijos al tomar decisiones y en la importancia de entender su perspectiva sobre los temas que pueden impactarles.

Comprende los deseos de tus hijos

Actuar en beneficio de alguien no implica simplemente hacer lo que creemos que es mejor para esa persona, sino dedicar el tiempo necesario para averiguar qué es lo que realmente desea y cómo podemos satisfacer sus necesidades de manera efectiva. Como padres, a menudo creemos conocer tan bien a nuestros hijos que no necesitamos preguntarles su opinión sobre lo que les afecta.

No se trata de que el niño tome las decisiones. La experiencia y la responsabilidad son cruciales al momento de decidir. Lo que buscamos es dedicar tiempo a entender sus verdaderos intereses y considerarlos en nuestras decisiones.

La escucha promueve la confianza

Si los niños sienten que sus padres los valoran y toman en cuenta su opinión, es más probable que en el futuro se sientan cómodos compartiendo sus inquietudes. Por el contrario, si no los escuchamos, pueden volverse más reservados, temiendo expresarse por miedo a ser ignorados o rechazados. Si acostumbras a preguntarle a tu hijo:

¿Cuál es tu opinión sobre esto? esto fomentará que comience a expresar sus pensamientos, incluso sin que tú lo pidas. Incluirlo en las decisiones familiares lo hará sentir parte del grupo, creando un entorno de confianza que beneficiará su desarrollo personal y emocional.

Escucha desde la honestidad

Escuchar no es solo sentarse y esperar a que tu hijo se exprese. La escucha debe ser sincera para tener el impacto deseado. Debes dejar de lado cualquier prejuicio y, al dialogar con tu hijo, hacerlo desde una posición genuina.

Muestra interés en lo que dice, no solo para incluirlo en la conversación, sino para entender su deseo o perspectiva sobre el tema en discusión. La honestidad comienza por tomarte en serio lo que tu hijo expresa. Si sus deseos difieren de los tuyos, busca formas de alinear ambos puntos de vista y alcanzar un entendimiento mutuo.

Cuando la escucha se realiza con sinceridad, el niño lo percibe y siente que su opinión es valorada, lo que otorga peso a sus palabras en las decisiones familiares. Esta actitud empodera a tu hijo y le proporciona un mayor sentido de responsabilidad, ya que posteriormente deberá ser coherente con lo que ha manifestado, asumiendo también las consecuencias de las decisiones tomadas en el seno familiar.