Transcripción Estilo de atribución adaptativo
Atribuir significa determinar la causa o razón subyacente de un evento o situación en particular. Por ejemplo, en términos coloquiales, “echarle la culpa a algo o alguien” es una forma de atribuir el origen del conflicto a un problema específico.
Un estilo de atribución negativo puede afectar negativamente el bienestar emocional de una persona. Este estilo se enfoca en aspectos negativos y puede llevar a una percepción distorsionada de uno mismo. Para prevenir esto, es importante trabajar en el desarrollo de la autoestima y la confianza.
Características.
El estilo de atribución se compone de dos factores:
- El interno: cuando el éxito o fracaso se atribuye a condiciones internas, como las acciones o características individuales de una persona (inteligencia, timidez, etc.).
- El externo: cuando se atribuyen los eventos del entorno a condiciones externas, como el azar. Por ejemplo, si consideras que el éxito en la educación de tus hijos se debe a la suerte o a seguir consejos externos, en lugar de a tu habilidad para aplicar tus conocimientos.
Estilo de atribución.
Cuando la atribución se enfoca negativamente, las capacidades personales no son valoradas. Por ejemplo, alguien podría decir: “Desaprobé el examen porque no soy inteligente” o “Merezco que todo me salga mal porque todo lo hago mal”.
De igual manera, cuando los acontecimientos son atribuidos a factores externos, la situación se evalúa con un marcado énfasis en la casualidad. Un ejemplo sería: “Aprobé el examen porque la profesora me regaló los puntos”.
Estilo de atribución positivo.
Con un enfoque de atribución positivo o adaptativo, se intenta ser más flexible y no ser tan crítico con uno mismo. Los eventos son percibidos como resultado de nuestras capacidades. Por ejemplo: “Aprobé el examen porque estudié lo suficiente” o “No me fue bien, pero me esforcé”.
Cuando algo no sale como esperábamos, atribuimos esa mala suerte a factores externos y reconocemos que no todo está bajo nuestro control. Un ejemplo sería: “No pude aprobar el examen porque estuve enfermo toda la semana”.
Este estilo adaptativo implica percibir los acontecimientos en un contexto temporal. Por ejemplo, en lugar de pensar “Siempre suspendo los exámenes”, se puede afirmar: “Suspendí un examen, pero eso no significa que siempre vaya a suspender”.
De igual manera, en lugar de convencernos con frases como “Nunca sé resolver nada”, se puede emplear: “No supe cómo abordar esa situación en particular, pero eso no significa que sea incapaz de resolver problemas”.
Flexibilidad.
Al ser flexibles, evitamos culparnos en exceso y entendemos que:
- Encontrar responsabilidades no es lo mismo que culparse por todo o desmerecer nuestros méritos.
- Si hacemos algo bien gracias a nuestro esfuerzo, debemos elogiarnos, reconocernos y recompensarnos.
- Si algo está atribuido a factores externos, también debemos reconocerlo. Eso no significa justificarnos.
La autoeficacia.
La autoeficacia:
- Se refiere a la visión que tenemos de nuestras capacidades y potencia nuestra confianza.
estilo atribucion adaptativo