La motivación en como educar a hijos responsables
La motivación es la fuerza y el deseo que nos impulsa a realizar y disfrutar de nuestras tareas. Está intimamente ligada a nuestras emociones. Cuanto más positivas sean estas, mayor será nuestra disposición a motivarnos ya que aumenta el interés en la actividad.
Un niño que está dibujando, bailando o jugando en la computadora demuestra motivación cuando se enfoca en lo que hace y busca constantemente mejorar.
Intereses.
Pero, ¿cómo podemos motivar a nuestros hijos a mejorar en áreas que no están relacionadas con sus intereses personales? ¿Cómo podemos incentivarlos a ser más competentes para el mundo del mañana?
Es importante precisar que la motivación varia de una persona a otra y en diferentes grados. Por ejemplo, un niño de 6 años puede no estar tan motivado para caminar como uno de 10 meses que está dando sus primeros pasos.
Motivaciones internas.
Las motivaciones pueden dividirse en dos grandes grupos: internas y externas. Las motivaciones internas se caracterizan por:
- No estar influenciadas por terceros.
- Estar reguladas por nuestra propia percepción de las cosas. Por ejemplo: “No me importa si a los demás no les gusta cómo canto. A mi me gusta hacerlo”.
- Manifestarse a través de emociones. Por ejemplo, un niño que baila y se siente satisfecho consigo mismo.
- Partir de una idea principal puede ayudar a reorientar la motivación hacia el resultado deseado. Por ejemplo: ‘Me gusta cantar porque desde niña sentia que al hacerlo, me conectaba con Dios’.
Motivaciones externas.
Por otro lado, las motivaciones externas se caracterizan por:
- Depender del reconocimiento y aprobación de terceros, como recibir felicitaciones por una buena nota o elogios por un buen comportamiento.
- Estar orientadas hacia un objetivo determinado que no necesariamente está relacionado con nuestra propia percepción de las cosas. Por ejemplo: “Estudiaré más para obtener buenas notas no porque disfrute aprendiendo, sino para complacer amis padres”.
Combinación de motivaciones.
Un adolescente podría estar motivado para obtener altas calificaciones con el único propósito de obtener el permiso de sus padres para salir de fiesta. A medida que descubre cómo aplicar lo que está aprendiendo en su vida, su motivación hacia el proceso de aprendizaje cambia.
Su objetivo inicial sigue siendo ir a una fiesta, pero a partir de ese momento estudiar se convierte en una elección personal más que en una obligación. Así queda demostrado cómo nuestras motivaciones pueden variar con el tiempo.
Motivar.
¿Cómo podemos motivar a nuestros hijos?
- Reconociendo la percepción de logro y competencia: aunque a tu hijo no le guste estudiar, cada vez que lo veas haciéndolo puedes alentarlo y hablar con otros padres en su presencia sobre lo aplicado que es.
- Incluir al hijo en actividades donde pueda ver a otras personas emocionarse al hacerlas. La influencia social puede ser un
motivacion