Las palabras que utilizas

Las palabras tienen un gran impacto en nuestro estado de ánimo y en cómo nos percibimos a nosotros mismos. Por eso es importante elegirlas cuidadosamente y utilizarlas de manera positiva.

Todos tenemos una manera única de dar y recibir amor, y comprender el “lenguaje del amor” de aquellos con quienes interactuamos nos permite comunicarnos de manera más efectiva.

Significado de las palabras.

Frecuentemente, sin prestar atención al significado de las palabras, incurrimos en el error de hablar demasiado o muy poco.

Estos errores ponen de manifiesto un pensamiento poco eficaz o improvisado. Por ejemplo, expresar ‘te amo’ en medio de una discusión acalorada que parece estar a punto de desembocar en una agresión física no sería coherente con el mensaje de amor que se quiere transmitir.

Consejos para evitar errores.

Aquí hay algunos consejos para evitar errores comunes:

• Es importante evitar el uso del verbo ‘ser’ al hablar de la personalidad de alguien, especialmente de un niño. En lugar de decir cosas como ‘Eres un llorón’ o ‘Eres insoportable’, podemos usar el verbo ‘estar’ para centrarnos en la situación en lugar de en la persona. Por ejemplo, podemos decir ‘Pareces más sensible hoy’ o ‘¿Hay algo que te esté molestando?’.

• Evitar generalizar los eventos negativos. En lugar de decir cosas como ‘Siempre haces lo mismo’ o ‘Nunca cuidas nada’, debemos centrarnos en el comportamiento especifico y en cómo se puede mejorar.

• Además, es crucial comprender la distinción entre elogiar y alentar. Elogiar significa reconocer y expresar admiración por algo que alguien ha hecho bien, mientras que alentar significa motivar a alguien a seguir adelante.

Elogiar.

Elogiar es una herramienta poderosa para reforzar el comportamiento positivo. Al reconocer un rasgo o logro en particular, estás brindando al niño retroalimentación positiva.

Por ejemplo, en tiempo presente, podrias decir: “Valoro la forma en que te comportas cuando tenemos invitados en casa”. O en tiempo pasado: “Recuerdo lo bien educado que estuviste cuando tuvimos invitados y estoy muy orgulloso de ti”. Esto ayuda al niño a darse cuenta de que hizo algo bien hecho y que las acciones buenas no son olvidadas.

Alentar.

Alentamos a alguien cuando reconocemos su proceso y esfuerzo. Por ejemplo, en lugar de simplemente decir: “¡Buen trabajo!”, podriamos decir: “Es admirable que hayas estudiado durante tres horas” o “Obtuviste buenas calificaciones gracias a tu esfuerzo. ¿Hay algo que podamos hacer para seguir obteniendo estos resultados?”.

De esta manera, animamos a la persona a continuar y mantener su productividad, en lugar de simplemente elogiar el resultado de manera superficial.

Dar ánimo mientras se verifica el progreso de una tarea puede prevenir la pérdida de motivación. Podemos ofrecer palabras de aliento durante el proceso, como: “Lo estás haciendo bien”, o “¿Puedo ver lo que estás haciendo?”. Cuando los niños pequeños se creen el centro de atención es probable que se esfuercen más al realizar una tarea.

En cambio, para los adolescentes, sentir que tienen cierta libertad e independencia puede ser más importante. Frases como “Confio en ti” pueden ser efectivas para motivarlos.

Lenguaje del amor.

Al elogiar y alentar a los hijos, es útil tener en cuenta su ‘lenguaje del amor’, es dec

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